Viveiro, la última carretera urbana

j.a.q. RIBADEO / LA VOZ

A MARIÑA

pepa losada

La paulatina apertura de variantes y de la autovía ha tenido efectos dispares en A Mariña

04 dic 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Con la apertura del tramo de la Vía de Alta Capacidad Celeiro-San Cibrao entre Area y Xove, prevista para finales de este año, ya solo quedará un casco urbano de paso obligado para el tráfico en A Mariña: Viveiro. En unas semanas, circular por el centro de Xove será opcional, como antes ocurrió en Burela, Foz, Lourenzá, Mondoñedo o Ribadeo, tras las aperturas de las respectivas variantes y en los tres últimos casos también con la autovía del Cantábrico, que del mismo modo permitió desplazar el tráfico en San Cosme de Barreiros.

La A-8 también cambió paisajes urbanos en el Occidente de Asturias, al desviar la circulación del centro de Tapia, La Caridad, Navia y Luarca.

La apertura de nuevas carreteras ha tenido efectos dispares según las localidades, potenciando unas como centros de referencia para las compras y los servicios y relegando otras a un segundo plano. Algunos establecimientos cerraron, pero no tantos como cabía suponer. La mayoría se adaptaron.

Ante la nueva inminente situación, el comercio de Xove expresa su temor, pero los precedentes ?salvo contadas excepciones? son para ellos alentadores.

«O importante é quedar ben comunicado e sinalizado»

Jesús Seivane es el propietario del Café Bar Moderno, en la travesía de San Cosme, y presidente del Acia de Barreiros. Dice que el caso de cada localidad, aislada o comunicada por las carreteras, es particular. Pero en su opinión, más importante que el hecho de «os coches pasen por diante do teu local, que uns paran e outros non, é ter bos accesos e estar ben sinalizado. Si estas ben comunicado, con boa entrada e boa saída, a xente ben. Sen problema. Pero iso no caso de Barreiros non se cumpre», apuntó.

«Cando pecha a A-8 pola néboa notámolo todos en Mondoñedo»

Carlos Folgueira, el Rei das Tartas, tiene uno de sus establecimientos al pie de la N-634 en Mondoñedo. Lo abrió para ampliar el que tenía en el casco urbano y, precisamente, a raíz de que el tráfico fuese desviado por la variante. La apertura del tramo mindoniense de la autovía del Cantábrico volvió a modificar la circulación en el municipio. Y quien sabe bien de sus efectos es Carlos Folgueira, como aprecia cada vez que se cierra la autovía por la niebla y, en consecuencia, toda el tráfico rodado vuelve a la carretera nacional

«A A-8 nótase, por iso vou facer agora unha aposta forte pola área de servizo na Xesta. Os fins de semana en Mondoñedo nótase menos porque hai excursións, pero antes o tráfico era continuo e agora non. Cando a A-8 pecha pola néboa o noto para ben no meu negocio e tamén o notan, penso, os negocios do pobo, tanto a gasolineira como cafeterías e outros establecementos, porque os coches veñen pegados a Mondoñedo pola estrada nacional e ao ver a cidade preto é unha forma de animarse a parar e entrar», señaló Carlos Folgueira.

«Para Ribadeo la mejor industria fue, sin duda, el Puente de los Santos»

«Para Ribadeo la mejor industria fue, sin duda, el Puente de los Santos». Así opinaba Pablo Vizoso, el segundo presidente de la asociación de comerciantes de Ribadeo, desde 1992 a 1999, en una entrevista con motivo del 25 aniversario de la patronal ribadense. Su opinión es la generalizada en Ribadeo. El puente marcó un antes y un después. Antes todo el tráfico pasaba por el casco urbano y con el Puente de los Santos se desvió. Sin embargo, para Ribadeo todo fueron beneficios. Recientemente el alcalde, Fernando Suárez, profundizaba en esta idea: «As estradas, as autovías, traen e levan xente. No noso caso conseguimos o que poucos fan, que é que traian xente». Y es que con la apertura de la autovía, Ribadeo realzó todavía más su carácter de centro comercial y de servicios. De hecho, la A-8 sigue propiciando la apertura de nuevos negocios, el más reciente, el híper de Mercadona. Pepe Valcarce, el presidente del Grupo Valcarce, dejó claro que la gasolinera que abrió en la villa fue consecuencia de su ubicación al pie de la A-8, para dar servicio a los camioneros.

Incluso establecimientos a los que se les auguraba un complicado porvenir tras desviarse el tráfico, como algunos restaurantes de las afueras de Ribadeo, siguen activos con éxito evidente.