Por su conocida visita a Ribadeo con gran séquito y haciéndose pasar por un enviado del mismísimo Rey
19 jul 2016 . Actualizado a las 05:00 h.La visita del «pequeño Nicolás» a Ribadeo en agosto del 2014 es súperconocida a estas alturas en toda España y trajo «mucha cola». Acaparó programas de televisión, prácticamente todos los canales se hicieron eco de este escándalo por increíble, tanto que parece que fuese de película.
Pues ahora el juez, como era previsible, del Juzgado de Instrucción número 2 de Madrid, entiende que hay proceso y abrirá juicio con este caso: la famosa visita a Ribadeo de Francisco Nicolás Gómez Iglesias haciéndose pasar por un enviado del mismísimo Rey de España.
En concreto el juez imputará al «pequeño Nicolás» por usurpación de funciones, falsificación de documentos y cohecho. También serán procesados dos policías locales de Madrid.
A mediados de agosto del 2014, el 14, sorprendía la llegada a Ribadeo de Francisco Nicolás a bordo de turismos de alta gama y sirenas como si se tratase de una gran autoridad; de hecho fue escoltado por agentes de policía ribadenses. Había quedado en el restaurante San Miguel con un conocido empresario astur haciéndose pasar por emisario del Rey y representante de la vicepresidencia del Gobierno. A la reunión en el San Miguel acudió el mismo alcalde ribadense, que enseguida se percató de que algo raro estaba sucediendo.
Días antes de esa reunión en Ribadeo, tal como ya se explicó en diversas ocasiones, el «pequeño Nicolás» alquiló cuatro vehículos de alta gama con conductor y se puso en contacto con el Ayuntamiento de Ribadeo. Anunció al alcalde y a la Policía local que se iba a realizar una reunión con un empresario conocido en Ribadeo y que a ella acudiría una persona cuya identidad no podía revelar «por razones de seguridad».
La comitiva del Pequeño Nicolás se puso en marcha el 13 de agosto a las cinco de la madrugada en Madrid y llegó a Ribadeo el día 14 a mediodía. Francisco Nicolás supuestamente se había compinchado con policías locales de Madrid -ahora también procesados- para simular labores de vigilancia y escolta.
Lo que sucedió ese día en Ribadeo ya es muy conocido: la comida con el empresario astur en un reservado del San Miguel, las sospechas del alcalde, Fernando Suárez... En la conversación se habló supuestamente de la renovación de las licencias del grupo de transporte del empresario, etc. Todo falso. El propio empresario sospechó de que se tratase de una farsa y él mismo llamó luego a la vicepresidencia del Gobierno.
El alcalde ribadense, el gerente del restaurante, el empresario, fueron llamados como testigos por el juez que ahora ha decidido abrir proceso judicial contra el «pequeño Nicolás».