Al cumplir 60 años, Manuel Valella se jubiló y entregó su tiempo y sus conocimientos a un plan de alfabetización e integración social de niños con escasos recursos, el proyecto educativo Hijos de España en Luyanó, uno de los más interesantes y mejor valorados de Cuba.
Esta es una Escuela de Artes Plásticas que imparte clases gratuitas de pintura, cerámica, música, historia de Cuba y del Arte, y de Moral cívica y pública.
El plan comenzó con enormes carencias en el llamado periodo especial, a principios de los 90, el tiempo del bloqueo de Estados Unidos y la caída de la URSS. Un tiempo en que no había nada, ni lápices, ni papel, ni acuarelas.
Como en su Folgueiro natal
Como en Folgueiro en postguerra. Pero el gallego Manuel había aprendido en su infancia a sobrevivir y tirar de ingenio. Así que recuperó y recicló los desperdicios de cartones de oficinas y centros laborales para trabajar sobre ellos, consiguió ayudas públicas y privadas, se buscó la vida y salió adelante.
Una escuela con 100 niños
La Escuela cuenta hoy con cien niños que participan en esa educación integral artística que forma a personas en valores humanos.
«La idea es decirle a los chicos: la gran fórmula para vivir es estudiar y trabajar con placer y gozo y no con cansancio, agobios o con una manera fácil y enfermiza de conseguir dinero de cualquier modo», declaró Valella a Francisco Cuesta en Migraventura, de la Fundación Directa.
Su labor al frente del centro recibió varios reconocimientos y distinciones. Entre otras, el Diploma de Alfabetización; la Medalla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias otorgada por el Consejo de Estado; la Medalla del Sindicato de Cultura y del Ministerio de Salud Pública; y otras.
El duro principio y el final feliz con reconocimientos a su trayectoria y a su labor social, labor que desempeña en la Cuba que lo acogió.