Jesús Martínez, emigrante de Cangas, único mariñano que jugó en la selección española

MARTÍN FERNÁNDEZ

A MARIÑA

05 abr 2020 . Actualizado a las 18:53 h.

Jesús Martínez Ribadeneira es un emigrante natural de Cangas (Foz) al que cabe el honor de ser el único mariñán que fue internacional con la Selección Española de Fútbol. Jugó en el Valencia C.F.. entre 1968 y 1978, fue Campeón de Liga con Di Stéfano de entrenador e internacional bajo las órdenes de Kubala.

Tras su periplo en España, regresó a Argentina donde se retiró a los 45 años en el Defensores de Belgrano tras ser internacional con ese país en la Copa América de 1987. Casado con una hermana del presidente Francisco Roig, fue Secretario Técnico del Valencia y hoy tiene una agencia de jugadores.

Jesús Martínez nació en Cangas (Foz) el 7 de diciembre de 1947. Es hijo de Jesús Martínez Hermida y de Francisca Ribadeneira. Aún no había cumplido dos años cuando sus padres _que tenían un bar en Nois_ decidieron emigrar Buenos Aires con sus tres hijos Gloria, Ramón y el pequeño Jesús.

Cuatro tíos en Argentina

Marcharon en plena posguerra española y mundial, más por poder ofrecer a sus hijos mejores condiciones de vida y un acceso a la cultura y a la educación _que aquí les era negado_ que por motivos económicos. Allí tenían familia de acogida. De los siete hijos que tuvieron sus abuelos paternos, José Ramón Martínez y Avelina Hermida, cuatro _Trini, Angelita, Antonio y Jesús_ emigraron a la Argentina y tres _Isabel, Remedios y Emilio_ permanecieron en Cangas.

Jesús Martínez comenzó jugando en uno de los equipos señeros de Buenos Aires, el Racing de Avellaneda. En 1968 fue fichado por el Valencia C.F., donde militó diez años. Después, regresó a Argentina y jugó en Huracán (1979-1980), Quilmes (1981-1983), Banfield (1984-1986), Colón (1986), Almagro (1987-1989) y Defensores de Belgrano (1990-1992).

Al llegar al Valencia, tuvo que realizar el Servicio Militar en El Aiun (Marruecos) y jurar bandera el 10 de agosto de 1969. Había sido fichado como recambio del mítico defensa, Mestre. En su primera temporada jugó en el centro del campo pero la afición lo discutía por su tendencia a adornarse. Al concluir la mili, se afianzó en el puesto de líbero y ahí jugó ocho temporadas como titular. En esa posición fue internacional y jugó cuatro partidos, entre ellos el desempate contra Yugoslavia en 1974 que dejó a España fuera del Mundial de Alemania.

Jesús Martínez era un defensa fuerte, inteligente y muy técnico que se anticipaba a las jugadas y sacaba siempre el balón jugado desde atrás. Con sus hombros anchos y el pecho arqueado, que parecían diseñados para guardar el balón, su forma de defender se convirtió en algo característico del Valencia.

En el vestuario Martínez era muy respetado y ejercía como líder de los extranjeros frente al localismo que representaba Claramunt. En el Valencia C.F. Compaginó el fútbol con la gestión de , una tienda boutique muy céntrica y moderna que no llegó a cuajar. Martínez, el único mariñano en la selección.

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Fue discutido como director técnico del Valencia FC

Dos años después de retirarse, Martínez, que tenía entonces 47 años, se encontró con una pera en dulce que le sirvió su cuñado, Francisco Roig: la dirección técnica del Valencia con el tercer presupuesto de la Liga. Y eso le supuso un importante salto cualitativo pues, en aquel momento, trabajaba en Argentina en la distribución de máquinas tragaperras en sociedad con Jaime Molina, consejero del club y amigo de Roig.

En 1994 firmó un doble contrato por cinco años: el oficial en España, de 6 millones anuales, y otro, a través de una sociedad argentina, por el que percibía 26 millones al año del Valencia a cambio de informes futbolísticos.

Como responsable de la parcela deportiva, fichó como entrenador primero al ex seleccionador de Brasil, Carlos Alberto Parreira, en la temporada 94-95, y al año siguiente a Luis Aragonés. Ni uno ni otro estuvieron conformes con su gestión como secretario técnico. De los 10 jugadores fichados por él, con un desembolso de 1.400 millones, solo dos fueron titulares al año siguiente: Zubizarreta y Mazinho. Cuatro fueron traspasados al final de temporada, Juan Carlos, Maqueda, Clotet y Salenko, y los otros nunca convencieron a Luis: Otero, Poyatos, Engonga y Romero. Parreira fue cesado tras realizar una mediocre Liga y de perder la final de una Copa del Rey pasada por agua ante el Superdépor de Mauro Silva, Djalminha, Djukic o Bebeto.

Luego, Luis sí supo ensamblar un equipo en el que brillaban Zubizarreta, Camarasa, Mazinho, Fernando o Mijatovic y a punto estuvo de ganar la Liga. Pero su relación con Roig se enturbió y, tras la marcha de Mijatovic y el fichaje de Romario, presidente y entrenador se distanciaron y Luis fue cesado. Martínez apoyó a su cuñado y la afición clamó contra ellos por considerar que gobernaban el club desde el nepotismo, el amiguismo y la arbitrariedad. Como representante de futbolistas, el internacional cangués trajo a buena parte de los futbolistas sudamericanos que destacaron en España entre 1997 y 2005.

Éxito con Di Stéfano tras ganar la Liga y fracaso con Kubala al no clasificarse para el Mundial de Alemania

La trayectoria de Martínez está ligada a dos acontecimientos. El positivo, que con él de titular y Di Stéfano de entrenador, el Valencia ganó la Liga 1970-1971 y al año siguiente jugó por primera vez la Copa de Europa. El negativo que, con él en campo, España quedó fuera del Mundial de Alemania de 1974.

En su primera temporada como entrenador del Valencia, Di Stéfano dio al equipo un carácter ganador y luchador similar al que él tenía como futbolista. Todos defendían y todos atacaban. Así ganó la Liga con un plantel sin apenas figuras. La portería era cosa de Abelardo. La defensa, de Sol (más tarde jugador del Madrid), Aníbal, Jesús Martínez y Antón, con Tatono, Barrachina y Vidagany reservas. Los medios eran Paquito, Claramunt y el coruñés Pellicer, que empezó en el Deportivo, jugó en el Barcelona y hoy es afamado médico del hospital Juan Canalejo. Y en la delantera destacaban Poli o Forment, Sergio y Valdez, un argentino nacionalizado español.

La cruz de la moneda de Martínez fue la eliminación de España por Yugoslavia en 1974 en un decisivo partido de desempate jugado en Frankfort, con gol del líbero Katalinsky. Era entrenador Kubala y la Selección formó aquella tarde con Iríbar; Sol, Benito, Jesús Martínez y Uría; Juan Carlos, Claramunt y Asensi; y Amancio, Gárate y Valdez.

El clima era enrarecido pues el técnico dejó fuera a Reina, Gallego, Pirri y Chechu Rojo. Amancio tenía 34 años y en el partido fue sustituido por Quini, lo mismo que Juan Carlos por Marcial. Ahí acabó una generación y también la participación del emigrante mariñán en el conjunto nacional.

memoria de mariñáns por martín fernández

Sus padres tenían un bar en Nois y decidieron emigrar a Buenos Aires con sus tres hijos; Jesús tenía entonces tan solo dos años