Del 6 al 9 de julio, se esperan a 25.000 personas cada día en los conciertos
16 jun 2016 . Actualizado a las 05:00 h.Aunque el día 21 se celebrará en Viveiro una junta local de seguridad específica para fijar definitivamente el plan de seguridad para el Resurrection Fest, el asunto ya fue abordado en la que se celebró ayer, copresidida por la alcaldesa y el subdelegado del Gobierno, María Loureiro y Ramón Carballo, y que contó con representantes de los distintos cuerpos de seguridad y con responsables de ONP Producciones S.L., la empresa encargada de la organización del festival, que se celebrará del 6 al 9 de julio, ambos inclusive.
El despliegue de medios será notable. La organización, con la empresa de seguridad Menkeeper, se encargará de controlar el recinto y sus accesos. Contará con la colaboración de las distintas fuerzas policiales. Desde la Comisaría de Viveiro han solicitado 50 efectivos de la Unidad de Intervención Policial que permanecerían apostados en las inmediaciones del recinto y de las zonas de concentración de gente para intervenir en caso de altercados. Además, han pedido autorización para ampliar servicios, de manera que las tres patrullas con un total de seis agentes que habitualmente realizan cada día los servicios de vigilancia se amplíen a seis patrullas con doce agentes. Así contarían siempre con dos equipos en la calle.
El centro de mando se ubicará en la zona del recinto del festival y contará con representantes de cada cuerpo que participa en el operativo. La idea, señala el responsable de la comisaría viveirense ayer, es utilizar un único canal de comunicación para responder de forma coordinada ante cualquier incidencia. Está previsto que en el dispositivo de seguridad colaboren, además del Cuerpo Nacional de Policía, la Guardia Civil (Tráfico, seguridad ciudadana y servicio marítimo), la Policía Local, que realizará turnos intensivos, según confirmaba ayer la alcaldesa, así como efectivos de los distintos servicios de emergencias, como Protección Civil, bomberos, sanitarios, etcétera.
El objetivo, salvaguardar la seguridad de las aproximadamente 25.000 personas que esperan cada día en los conciertos, prevenir la comisión de delitos, sobre todo en la zona de Lavandeiras y zonas de acampada, velar por la seguridad de los vecinos y restos de visitantes y mirar por la fluidez del tráfico.