Once trabajadores de Alonso optan «en principio» por irse a Bueu

M. G. B. VIVEIRO / LA VOZ

A MARIÑA

XAIME RAMALLAL

Jornada dura en Celeiro porque para 30 operarias fue su última entrada en la fábrica

11 may 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Capítulo cerrado en una jornada muy dura en la fábrica de Conservas Alonso en Celeiro. Asesorados por los sindicatos, los 41 trabajadores de la conservera, el 90 % mujeres, definieron ayer su futuro: 11 optan «en principio» por aceptar el traslado a la fábrica de Bueu; nueve, mayores de 55 años, se acogen al convenio especial de la Seguridad Social, y las 21 restantes optan por la rescisión del contrato.

Francisco Vilar, secretario de organización de la Federación de Alimentación de CC. OO. considera que la negociación concluyó con un «acuerdo obligado» ya que la plantilla de Conservas Alonso en Celeiro, formada fundamentalmente por mujeres con una media de edad de 50 años «y no estando de acuerdo con el traslado, ni con el cierre, se ven obligadas a llegar al acuerdo».

Vilar insistió en que la empresa «utilizó la reforma laboral de manera fraudulenta, es un cierre de empresa». La situación era complicada para la plantilla porque, en caso de haberse cerrado las negociaciones en desacuerdo tendrían que reclamar al Juzgado de lo Social, y mientras no saliera el juicio estarían obligadas a desplazarse a la fábrica de Bueu durante un indeterminado de tiempo. «La mayoría de las trabajadores no quieren vivir más tiempo esta situación, marchar durante tres meses o cuatro para allá». El responsable sindical culpó también a la Xunta por no haber buscado un hipotético inversor dentro del sector. «No han puesto ninguna carne en el asador, lejos de decir vamos a ver cómo buscamos un interesado dentro del sector, la consellería de Industria y la de Mar fueron espectadores, se plegaron a los intereses de Anfaco-Cecopesca, es decir a los lobbies que hará que queden solo cuatro grandes conserveras».

Los que se van tendrán que incorporarse a su nuevo puesto el 10 de junio

El acuerdo alcanzado en la noche del lunes entre los sindicatos CC. OO. y CIG y la empresa «mejoró de manera importante» sobre la posición inicial de la empresa, «pero se pierde la fábrica, se pierde el empleo, y no solo el actual, sino el de futuro, por lo que no se puede valorar de manera satisfactoria el resultado final», dijo Vilar.

Como avanzó La Voz, el acuerdo que supone el cese de actividad de a conservera contempla el incremento de un 30 % en las indemnizaciones para aquellos trabajadores que han optado por rescindir el contrato. Estas 30 operarias tendrán que acudir a un acto de conciliación en el SMAC

Los 11 que en prinicpio aceptan irse verán incrementada su categoría, mantendrán su derecho a rescindir el contrato durante un año, y su salario se incrementará en 3.500 euros brutos al año destinados a transporte y alojamiento. Tendrán que incorporarse a su nuevo puesto de trabajo en Bueu el próximo 10 de junio, incluyendo los 10 días que disponen destinados a realizar el traslado.

Un mes de protestas en la calle que de nada sirvieron

Un mes de protestas en la calle, con manifestación incluida, y con numerosas adhesiones a su rechazo al cierre, entre las últimas en llegar la del comité de empresa del propio Concello de Viveiro. Las movilizaciones en defensa de sus puestos de trabajo y por la continuidad de la actividad de la conservera, no sirvieron de nada. Ya se lo temían, pero como explicaban las propias operarias en las protestas de los lunes y los jueves, no estaban dispuestas a rendirse sin pelear por lo que ha sido su vida durante décadas en algunos casos, formando parte del tejido social y económico de Celeiro y del resto de la comarca. foto xaime f. ramallal