El sobrino del afectado explica que no tienen notificación escrita del Concello de Viveiro, «simplemente dijeron que no pagaban más». González Prieto apela al compromiso adquirido por el entonces alcalde, el fallecido Melchor Roel, que por decreto, acordó que «con carácter excepcional e ata o momento no que se determinasen as oportunas responsabilidades, o Concello faríase cargo dos importes dos alugueres necesarios para o realoxamento dos veciños afectados do barrio O Celeiriño». La medida se extendió a todos los nuevos afectados por los siguientes desalojos, cuando se dio la segunda alerta, el 2 de octubre.
Cándido González no puede volver a la rúa Golondrina porque nadie ha asumido todavía los daños causados. En el informe municipal emitido el 3 de junio del 2011 por los técnicos municipales, se recoge que la casa, construida en 1880, presenta gritas en fachadas, en el suelo y en los muros medianeros y descuelgue de la puerta de entrada. Señala además que se iba a demoler la casa colindante, que se desconoce el estado de la cimentación y que el deterioro aumenta con el paso del tiempo. Para acceder a la casa y dejar los objetos retirados de la casa en alquiler tuvo que forzar la puerta.