La afluencia de visitantes evidencia aún más carencias en las vías de comunicación
25 mar 2016 . Actualizado a las 05:00 h.Mariñanos y visitantes asiduos se quejan estos días porque las carreteras parten la costa de A Mariña en tres. Por un lado, la A-8, que va de Ribadeo a Mondoñedo. Por otro, la N-642, que discurre entre Barreiros y O Castelo (Cervo), y la N-634, que va de Ribadeo a Mondoñedo. Y, por último, la LU-862, entre O Castelo hasta O Vicedo. Excepto por la autovía, el trazado y el estado de esas carreteras condicionan las comunicaciones por la comarca, hasta el punto de que la velocidad media por hora ronda los 60 kilómetros, con densidad de tráfico habitual. Puede ser incluso más baja en días como este puente festivo, en el que la afluencia de visitantes ha vuelto a evidenciar las carencias viarias de la mayoría del norte lucense.
Buena prueba fue la ralentización de la circulación que se repitió ayer durante determinadas horas del día, especialmente en las carreteras que conducen a Viveiro, epicentro de la Semana Santa de A Mariña y uno de los referentes de Galicia. Con Viveiro aún sin circunvalación, tráfico interior y de paso confluyen en una ciudad que sobrelleva como mejor puede el trasiego de vehículos, autobuses y camiones.
Por todas esas razones, desplazarse por la costa mariñana requiere más tiempo que para recorrer la misma distancia en gran parte de España. De ahí que arrecien las críticas. En las redes sociales se repiten las protestas de mariñanos que culpan a los políticos de las carencias viarias de A Mariña. Y desde formaciones políticas como el PSOE anuncian iniciativas parlamentarias para «reclamar» al Gobierno central «labores de mantemento na N-634 ao seu paso por Barreiros», así como en la N-642, «para que sexa posible a súa utilización na condicións mínimas que precisa a seguridade».