Vázquez Cereijo reivindica a Maruja Mallo, «una olvidada total en Viveiro y Lugo»

Mar García Balseiro
MAR G. BALSEIRO VIVEIRO / LA VOZ

A MARIÑA

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El pintor y amigo personal de la artista, dispuesto a ceder obras de ella al Concello

15 feb 2016 . Actualizado a las 12:43 h.

Maruja Mallo, «la hija de los aduaneros», que nació en Viveiro en 1902 en la antigua calle Porlier, murió en Madrid hace 26 años (6 de febrero de 1995) y la efemérides ha pasado sin pena ni gloria en su ciudad natal. Y entre los que han lamentado esa circunstancia está el pintor y amigo personal de la pintora José Vázquez Cereijo. «Es una olvidada total en Viveiro y también en Lugo Hay más interés por Maruja Mallo fuera de Galicia que aquí. La gente no sane nada de su biografía, aquí solo se conoce a Castelao y en Viveiro un poco la de Nicomedes Pastor Díaz», señala. Y pone como ejemplo de ese olvido a la pintora viveirense la reciente exposición de la obra gráfica de la Mallo en la galería Clérigos de Lugo «y ni siquiera fue una autoridad a la inauguración».

Vázquez Cereijo asegura que «no tendría inconveniente» en ceder al Concello de Viveiro las cuatro planchas de aguafuerte que hizo Maruja Mallo en su última etapa, a la vuelta del exilio «y otro material que no quiero vender para que no caiga en manos de pillos que puedan después hacer falsificaciones», siempre que estuvieran expuestas y pudieran ser vistas por el público. «¿Tiene museo Viveiro?», pregunta. Las mismas obras de Maruja Mallo «que ofrecí al MuseoProvincial y no me contestaron, pero ¿qué esperas? Se gastaron todo en conseguir los torques de oro de la colección de Álvaro Gil,», lamenta.

El pintor, que convivió y trabajó con ella en Madrid desde los setenta, cree que «sería bueno para Viveiro» la edición de un libro «con 10 0 12 ilustraciones» con sus obras. «Y quien dice Maruja, dice Bujados», el otro pintor viveirense que rompió fronteras.