El promotor de Sargadelos, Isaac Díaz Pardo, dijo que Maruja Mallo era «el principal monumento» de Viveiro. La anécdota la cuenta el ceramista Alfonso Otero Regal, que posee un 175 grabados numerados que la Maruja Mallo realizó en el año 1979 y que editó precisamente Vázquez Cereijo. Formaron parte en su momento de una exposición celebrada en mayo del 2009 en el Centro Regal Xunqueira. Otero Regal colocó la placa, en el edificio de la Porta da Vila, donde nació la pintora.
A lo largo de los estos últimos 26 años Maruja Mallo aparece y desaparece de la vida de los viveirenses como el Guadiana. En 1995 el Seminario de Estudos Terra de Viveiro le rindió un homenaje póstumo en el que participaron pintores y escultores mariñanos. En el 96 se convirtió en exposición itinerante por Galicia. Hubo tres ediciones. Maruja Mallo estuvo a punto de dar nombre al ahora IES María Sarmiento en 1998. En marzo del 2002 coincidiendo con el centenario de su nacimiento se celebra el primer congreso-homenaje, que adquiere proyección internacional en el segundo, en octubre del 2002. En el aire quedó la bienal, y el famoso museo en el pazo de Malates.