Un Barco de hierro en Ribadeo

V.L.. RIBADEO / LA VOZ

A MARIÑA

FOTO MIGUEL

 El equipo local lució ganas pero se estrelló contra la seriedad, el orden y el rigor táctico de un rival que perdonó más goles en el tramo final

21 sep 2015 . Actualizado a las 10:50 h.

Ribadeo: Diego, Coki, Javicho, Borja (Miguel Gomes, min 60), Álex (Moreda, min 67), Dapo, Rafa Casanova, Andrés Bouza, Criss (Vilela, min 78), Santi y David Rodríguez

Barco: Macía, Jorge de Dios (Íñigo, min 78), Rafa Llamas, Pablo Corzo, Omar, Adil, Rubén Arce, Rubén García, Rodri Alonso (Mitogo, min 81), Dani y Carlos de Dios (Tato, min 72)

Goles: 0-1, min 19: Rodri Alonso, de cabeza.

Árbitro: Castiñeira Blanco (A Coruña). Expulsó a Manolo Vilachá, uno de los técnicos locales en el minuto 35.

Incidencias: Alrededor de 350 espectadores en el Pepe Barrera.

Llevaba razón Germán Campos cuando advertía que el Barco ha vuelto a Tercera con pretensiones muy ambiciosas y será uno de los rivales a batir. El equipo de Valdeorras conquistó el Pepe Barrera con las virtudes a las que hacía referencia el técnico ribadense en la víspera del encuentro: una defensa de hierro, talento en la medular y contundencia ofensiva. El tanto que marcó Rodri Alonso poco antes del minuto 20 le bastó a los de Javi Rey para hacerse con la victoria y continuar en la cumbre de la clasificación.

A falta de inspiración, el Ribadeo apeló a la voluntad y el compromiso de sus futbolistas para derribar las dos sólidas murallas que el rival levantó en el centro del campo y la defensa. Santi y Andrés Bouza, los dos guías celestes, entraron más bien poco en juego, de ahí las dificultades del Ribadeo para encontrar el área contraria y, sobre todo, para poner en apuros al cancerbero ourensano Marcos Macía. Ante las dificultades para combinar, los anfitriones abusaron del juego directo y lo que consiguieron fue descompensar la distancia entre líneas y generar espacios para los hombres más talentosos del Barco, que encontró el gol en una rápida transición por la banda derecha que culminó a la perfección Rodri Alonso con un cabezazo.

En los minutos finales, con el Ribadeo ya volcado en busca del empate, los visitantes pudieron estirar la ventaja.