La normalidad y la falta de incidencias marcó la primera jornada del curso, que se inició en A Mariña con 4.699 escolares de infantil y primaria. Las aulas de los colegios volvieron a llenarse, a excepción de las del CEIP de Ourol, donde los padres se negaron a enviar a sus hijos en protesta por la supresión de un profesor.
Desde la Consellería de Educación hicieron un balance positivo, destacando el proceso de implantación del plurilingüismo en las aulas y la apuesta por la aplicación de las nuevas tecnologías, haciendo incidencia en el proyecto piloto que permitirá a alumnos de quinto de primaria de once centros de la provincia -entre ellos, los de Galdo (Viveiro, A Pontenova y Cervo- disponer de libro electrónico. La delegada territorial Raquel Arias aseguró ayer que desde la Xunta facilitan que en los colegios de la provincia «a ratio de alumnos por mestre sexa inferior á media galega». Sostiene que pocas variaciones con respecto al curso pasado se han registrado tanto a nivel de matrícula como de profesores, apreciación esta última que no comparte la Federación Provincial de Apas de Centros Públicos. La Fapacel denuncia que el curso comienza con menos docentes «e moitos deses profesores están dando clase de materias para as que non están preparados, ou tendo que desprazarse moitos quilómetros para ir a varios centros para dar as súas clases». Critican el cierre de unidades, que hay menos becas para libros y para comedores, y le reprochan a la consellería su apoyo económico «a los centros concertados e para os que segregan por sexo». No pasan por alto «as obras descomunais para algúns centros» y califican de «chapucera» la implantación de la Lomce: «A maioría dos centros da provincia non van implantar esta lei e van seguir dando as súas clases no sistema anterior, pois a consellería publicou o decreto de primaria un día antes do inicio escolar».
Por otra parte Anpe pidió ayer a las consellerías de Facenda y de Educación la devolución de la paga extraordinaria retraída a los docentes en el año 2012.