«La subasta nos obliga a competir entre nosotros y eso es inviable», dicen
07 ago 2014 . Actualizado a las 07:04 h.Comenzó agosto y las expectativas suscitadas en los últimos meses por la playa de As Catedrais van camino de cumplirse, con la afluencia de miles de personas que hacen cola de marea baja para acceder al arenal. En el acceso están instalados ocho vendedores ambulantes de artículos de artesanía, que han adquirido el permiso en una subasta convocada por Costas ya que la demanda supera al número de puestos autorizados. El precio de salida se establece en base a la media del año pasado. Para esta temporada fue de unos 1.500 euros pero las ofertas fueron muy superiores y la media que pagaron los ocho adjudicatarios fue de 2.200 euros por metro cuadrado, con el máximo en unos 2.600.
Recogen firmas
El precio no deja de subir y los artesanos consideran que su subsistencia está amenazada. Por eso constituyeron una asociación y están recogiendo firmas demandando una mayor estabilidad. Las hojas se encabeza con el mensaje: «Me gusta que haya puestos de artesanía en la playa de As Catedrais. Me gustaría que fueran casetas de madera». Pero la reivindicación real va más allá: «Pedimos que nos cambien el sistema de selección para trabajar en la playa, porque ahora mismo el sistema de subasta nos obliga a competir entre nosotros y es imposible que sigamos pagando lo que estamos pagando. Cada año sube, porque se parte de la media de la temporada anterior, y así es imposible», señala uno de los artesanos.
«Somos una asociación de gente que llevamos vendiendo desde hace 20 años y pedimos un precio justo y, como tenemos experiencia, gestionar la selección, para tener más seguridad y saber con antelación quién va a trabajar y cuándo para organizarse», añaden.
El jefe del Servicio de Costas en Lugo, José Miguel Estevan, incidió en que el precio no lo pone la administración sino los propios vendedores, al tener que hacer una subasta porque la demanda supera al número de puestos. Es -dice- un procedimiento que se sigue en toda España. Lo positivo para los ambulantes que buscan una mayor seguridad es que la nueva ley de Costas establece que a partir del año que viene las autorizaciones de temporada podrán ser de cuatro años.