Centenario de la visita real a Mondoñedo

VIDAL MARTÍNEZ-SIERRA, DIPUTADO DEL PPDEG Y EXALCALDE DE LOURENZÁ

A MARIÑA

02 jul 2014 . Actualizado a las 15:01 h.

En estos momentos en que todo lo relacionado con la familia Real suscita tanto interés, es un buen momento para recordar, con motivo de su centenario, la primera visita de un miembro de la Casa Real a Mondoñedo y la, por entonces, su comarca.

Estoy refiriéndome a la visita de la infanta Mª Isabel Francisca de Asís de Borbón y Borbón, más popularmente conocida como «La Chata», hija primogénita de Isabel II y hermana de Alfonso XII, personaje que gozó de gran popularidad, siendo sobre todo muy querida en Madrid, baste recordar para ello que fue el único miembro de la familia Real al que le fue permitido quedarse tras la implantación de la República, aunque finalmente decidió acompañar a su familia al exilio en París.

«La Chata» llegó a Mondoñedo, en visita oficial, un 2 de julio de 1914 a las 11 de la mañana. Bajó de su flamante automóvil y se dirigió a saludar a las autoridades que le esperaban en la puerta de la iglesia de los Remedios; el obispo Juan José Solís Fernández y el alcalde Francisco Díaz-Portas, acompañados por demás autoridades locales y la práctica totalidad de la ciudad.

El día era lluvioso, pero a pesar de ello, prefirió hacer el recorrido a pie para dar satisfacción a los millares de curiosos que se habían acercado para la ocasión. Bajaron a pie toda la avenida y calles en dirección a la Catedral, donde fue recibida oficialmente en el Palacio Episcopal.

Una vez rematados los actos, el obispo invitó a la infanta a presidir la comida oficial, la cual rehusó por estar de luto real, con motivo del asesinato en Sarajevo del heredero al trono austro-húngaro y su esposa, el archiduque Francisco Fernando de Habsburgo, hecho que posteriormente sería el desencadenante de la I Guerra Mundial.

Y tras entregar un donativo de 100 pesetas para los pobres al primer teniente de alcalde, por encontrarse indispuesto durante la visita el alcalde, que trágicamente moriría poco después, partió hacia Ribadeo. Ya en ruta, en el concello de Lourenzá, próximo al límite con el de Mondoñedo, en el lugar conocido como Alto de Arroxo, a la infanta le entraron ganas de ir al excusado, y no habiendo otro lugar más apropiado, deciden parar en la casilla de los peones camineros con la excusa de parar a comer.

En esta casita vivían apretadamente dos familias, la de Francisco Cazón a la derecha, y la de José del Valle a la izquierda. Y tras la gran sorpresa inicial, con el consiguiente desconcierto, Pilar Cazón Novo, hija del peón caminero, facilitó el orinal en que satisfacer sus necesidades a la infanta. Una vez sobrepuestos de la sorpresa, improvisaron en el distribuidor de la casilla, que era de tierra, una mesa y facilitaron las tazas para la bebida, ya que la comida la traían ellos.

Avenida

El historiador Lence-Santar recogería posteriormente esta vajilla y la depositaría en el museo de Mondoñedo donde puede observarse aún hoy día. Posteriormente, y tras descansar un rato, prosiguieron el viaje hasta Vilanova de Lourenzá, donde visitó el Monasterio de San Salvador del brazo del diputado provincial Sebastián Solla, personaje polémico donde los haya, representante del caciquismo reinante en la época.

Mondoñedo quiso agradecer el gesto de su visita, y en sesión plenaria del 15 de julio, puso el nombre de la infanta a la Avenida que lleva a los Remedios, por donde bajó andando. Posteriormente, en los años 30, se cambiaría el nombre por Avenida de Calvo Sotelo, y ya en los años 90, por el actual Avenida de As San Lucas.