Rebajan la pena a la agente de viajes que estafó más de 36.000 euros

Inmaculada Eiroá González
INMA EIROÁ VIVEIRO / LA VOZ

A MARIÑA

La Fiscalía tuvo en cuenta el atenuante de que reparó el daño causado

16 may 2014 . Actualizado a las 07:03 h.

Ayer, en el Juzgado de lo Penal Número 2 de Lugo se celebró la vista en la que se ratificó el acuerdo alcanzado entre la abogada de A.M.F., la agente de viajes de Ribadeo acusada de estafar a sus clientes, y la Fiscalía. Según explicó la letrada, Belén Santamarina Quintana, la Fiscalía tuvo en cuenta la «atenuante muy cualificada» de que la acusada tuvo buena voluntad para resarcir el daño causado. De tal manera que los más de cuatro años de prisión que le solicitaban inicialmente por un delito de estafa continuada quedaron rebajados a un año y nueve meses, que quedan en suspenso, sin que entre en prisión la encausada.

Y se le exime también de pagar intereses (ascendían a más de seis mil euros), de pagar multa y costas y de la inhabilitación que en principio solicitaban para ejercer su profesión de agente de viajes.

Y todo ello porque, según la letrada, la acusada se avino a reparar los daños y, como responsabilidad civil subsidiaria, consignó hace ya un tiempo una cantidad superior a 36.500 euros para resarcir la deuda contraída con los usuarios que acudieron a su negocio de Ribadeo a contratar diferentes viajes y paquetes turísticos.

Según recoge el informe de Fiscalía, la mujer era titular de una agencia de viajes que tenía un contrato de franquicia con Estivaltour-Picassent Tour S.L, que autorizaba a la acusada a utilizar en su establecimiento la marca comercial Viajes Estivaltour y a acceder al canal de ventas de mayoristas y organizadores de viajes de la empresa. Pero la firma principal detectó irregularidades en el trabajo de la acusada y le comunicó la resolución del contrato, revocándole la autorización de usar su marca y el resto de servicios.

Sin embargo, ella siguió con su actividad haciendo caso omiso de la resolución del contrato. Según el escrito inicial de Fiscalía, en 2010 empezó a incorporar a su patrimonio cantidades de dinero procedentes de sus clientes. Estos contrataban vuelos y paquetes turísticos y pagaban, bien en metálico o mediante tarjeta de crédito.

Aparentaba normalidad

La acusada, aparentando normalidad, hacía la reserva del producto, facilitando al cliente la documentación y datos del servicio (localizadores de vuelos, números de reservas hoteleras, etc.) pero no llegaba a abonar las reservas, de manera que cuando los clientes llegaban a tomar sus aviones o a los hoteles se encontraban sin billetes y habitación.

Al llamar a la acusada, ésta se excusaba con errores de las compañías aéreas o malentendidos y a veces lograba subsanar el problema y otras no, obligando a los clientes a pagarse el billete. Así ocurrió con billetes o viajes a Brasil, Ghana, Cuba, Canarias, Miami, México, Paraguay, Nueva Delhi, Santo Domingo, Ucrania o Frankfurt.

A veces salía del paso cargando facturas de unos clientes a otros, usando datos de tarjetas de créditos de un cliente que vivía en México, o haciendo las reservas a nombre de otra agencia. Contrató con MS Viajes una serie de productos que debía pagar por transferencia bancaria en la cuenta de esta firma, y así lo hacía, enviando fax del pago que, sin embargo, después ordenaba anular al banco.