La Semana Santa es una cita llena de contrastes. Ayer fue una jornada de alegría por la mañana, con la bendición de los ramos y la Borriquita, y de dolor por la tarde, con esos pasos impresionantes de la procesión del Ecce-Homo.
Y hoy, se podría hablar de un momento de catarsis con esa Tamborrada anunc¡ada para las nueve de la noche.
Las distintas agrupaciones accederán a la Plaza Mayor, desde las calles que confluyen en ese corazón del casco antiguo, tocando los tambores. Es un acto con tradición, de una Semana Santa como la de Viveiro, en la que confluyen todo el patrimonio artístico, cultural y religioso, de sus varios siglos de historia con esa labor diaria que les ha servido para ser declarada de Interés Turístico Internacional. Organiza la Xunta de Cofradías.