Pobreza: problema de Estado

A MARIÑA

28 mar 2014 . Actualizado a las 14:47 h.

Pobreza y dignidad son incompatibles. La pobreza hace añicos la ciudadanía real. "La democracia tiene responsabilidades profundas con aquellos que habitan en ella. Y su mayor responsabilidad es, por supuesto, la educación, la distribución del ingreso, que nadie pase hambre, que nadie sea analfabeto, y posibilidades de trabajo para todos. Si la democracia no puede dar esto...Y bueno, está fallando algo"- J.P. Sartre-

Hace un año, Cáritas, presentó en sociedad el informe de la Fundación FOESSA. El diagnóstico era estremecedor. Una pobreza cada vez más intensa y instalada de forma crónica en nuestro país, con avance hacia las desigualdades que son causa objetiva de fractura social. Las personas empobrecidas cada día que pasa lo tienen más difícil para salir de la exclusión social.

Los ingresos de las personas más ricas de España es siete veces superior a la media de ingresos de las rentas más bajas. Esta obscena diferencia se incrementa cada año. La destrucción de empleo y los recortes salariales -reformas implantadas por el Gobierno del PP- han provocado una estrepitosa caída del nivel de renta y poder adquisitivo de los hogares. Los niveles de desigualdad son los más altos de la UE. Dos millones de hogares están con todos sus componentes sin trabajo.

La situación de la pobreza infantil, sólo superada por Rumanía, nos lleva a una situación que en Cáritas señalan como: "estamos borrando las fronteras de la dignidad humana". El modelo económico al servicio de "cierta" austeridad, no sólo impacta en el consumo y por tanto en los ingresos del Estado, es que ha vulnerado el compromiso Constitucional de los derecho sociales que hacen posible el ejercicio real de la ciudadanía.

Tal situación promueve tres estados de ánimo. Escándalo ético. Indignación. Alarma ante la incapacidad de los que mandan y las movilizaciones desesperadas de los parias que nada tienen que perder.

Me emociona que la Complutense de Madrid haya recuperado el espíritu combativo de los sesenta. Es un tributo a: Tierno Galván, García Calvo, Aranguren, Aguilar y Montero. Con su liderazgo intelectual pusieron en marcha el movimiento estudiantil por la libertad.

Con la pobreza instalada en nuestra sociedad, las libertades ciudadanas son pura quimera. El Estado tiene un gravísimo problema. Los europarlamentarios deben preocuparse y ocuparse.