El miércoles pasado, cerca de las cuatro y media de la madrugada, saltó la alarma de una tienda de telefonía móvil situada en la céntrica Avenida Arcadio Pardiñas de Burela.
La responsable del establecimiento, según ella misma explicó, fue alertada en su domicilio por la central de alarmas sobre el hecho, indicándole que acudiera porque no les llegaban imágenes de las cámaras del interior, debido, supuestamente a una caída de la línea ADSL. La mujer alerta entonces a la Guardia Civil para que acuda y poco después la avisan de que habían entrado en el local.
Habían forzado el bombín de la cerradura para entrar, desconectaron y desmontaron el cajetín de la alarma inalámbrica, sin romper nada. Abrieron las puertas de los muebles donde estaban los teléfonos, llevándose 54 unidades de la gama media y alta valorados por la empresa en unos nueve mil euros. Además se llevaron la cantidad que habían dejado para el cambio.
Luego volvieron a cerrar los muebles y abandonaron el local. La afectada explicó que la policía judicial no encontró huellas y que todo apunta a gente muy experta y ducha en la materia. Aparte de que realizaron los destrozos mínimos, dejaron ordenado y colocado. Y en el mínimo tiempo.
Parece que no fue el único robo que se produjo en la localidad en los últimos tiempos, aunque oficialmente no han trascendido informaciones al respecto.
Barreiros
Además, en la empresa Tamariña de Benquerencia (Barreiros) forzaron también estos días atrás dos puertas llevándose 150 euros en metálico y un medidor láser, cantidad a la que hay que añadir los daños ocasionados.