Dani Chinchón, para el Burela, y Esteban, para el Alfoz, marcaron desde campo propio

VIVEIRO / LA VOZ

DEPORTES

El Xove y el conjunto burelense fueron los únicos equipos mariñanos de Primera Autonómica que sumaron la victoria

17 feb 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

Al margen de las victorias cosechadas por el Xove Lago y el Burela, lo mejor que dejaron los representantes mariñanos en la nueva jornada de Primera Autonómica fue un par de golazos que llevaron la firma de Dani Chinchón (Burela) y Esteban (Alfoz). El futbolista focense y el viveirense batieron al portero rival desde campo propio con sendos lanzamientos en parábola magistralmente ejecutados. El de Chinchón contribuyó a la goleada (0-5) de un Burela que tenía resuelta la papeleta en el ecuador del partido frente al Sagrado Corazón (0-4 al descanso), mientras que el de Esteban de nada sirvió al Alfoz delante de un O Páramo que se llevó la victoria (1-2) merced a un autogol de la zaga anfitriona.

Como inseparable compañero del Alfoz en la zona de descenso se encuentra el Lourenzá, que ya enlaza 17 jornadas sin ganas después del empate ayer en casa frente al Rioaveso (1-1), Se adelantaron los visitantes a poco de comenzar el segundo período y empató Moncho cuando restaban 20 minutos para la conclusión.

Peor suerte aún corrió el Iberia, que vio como en apenas 10 minutos se le escurría una victoria que parecía tener bien amarrada con el nuevo tanto del viveirense Diego Chao en el minuto 70. En el 85 empató el Pastoricense en un saque de esquina en el que los visitantes reclamaron una falta sobre Xoel, y ya en el descuento llegaría el 2-1 en otro córner bien botado y rematado por los anfitriones.

Más cerca del Iberia está ahora el Xove. El conjunto dirigido por Suso Martínez festejó ayer a costa de la Milagrosa su cuarta victoria consecutiva (3-1). Fue bastante superior el cuadro local desde el inicio del encuentro, pero hasta el segundo tiempo no logró traducir en goles su dominio. La primera parte acabó en tablas (1-1) porque un tiro de Bruno lo devolvió el larguero.