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Los temporales dejan pérdidas de al menos seis millones en la pesca

SALVADOR SERANTES VIVEIRO / LA VOZ

PESCA Y MARISQUEO

Esta impresionante imagen de un arrastrero de Celeiro navegando entre el oleaje atestigua las dificultades que pasó la flota.
Esta impresionante imagen de un arrastrero de Celeiro navegando entre el oleaje atestigua las dificultades que pasó la flota. JORGE ESCOURIDO< / span>

Bajura y litoral salen peor paradas cuando las capturas son las más bajas de la década

16 feb 2014 . Actualizado a las 12:56 h.

La pesca acabó el 2013 mal y empezó el 2014 peor. A finales de diciembre, el mal tiempo la limitó en plena campaña navideña. La sucesión de amarres continuó hasta ayer, con temporales que dejan tras de sí cuantiosas pérdidas. Las más perjudicadas son las lanchas artesanales, seguidas de flota de litoral. También la de altura, que algún día no faenó, pero se resarció con los excelentes precios de sus capturas al escasear las del día. Durante la última década, y en los períodos del 20 de diciembre de un año al 15 de febrero del siguiente, nunca se vendió tan poco pescado en las lonjas de A Mariña como ahora. Cabe estimar que la flota dejó de ingresar seis millones de euros.

Lo indican las estadísticas oficiales, desglosadas en la tabla que ilustra esta información. En la última década, del 20 de diciembre al 15 de febrero, en A Mariña se subastaron cada año una media de 5,5 millones de kilos de pescado. Se pagaron a un promedio de 3,15 euros por kilo en el último lustro. Ahora se han vendido 1,84 millones de kilos menos que la media, que cotizándose a 3,15 euros, habrían reportado los casi seis millones.

La conclusión se extrae a partir de los datos difundidos en la página web pescadegalicia.com. Del 20 de diciembre del año pasado hasta ayer, en tres lonjas de la comarca se subastaron 3,64 millones de kilos de pescado, con 15,82 millones de facturación y una media de 4,34 euros por kilo, para todas las especies. La diferencia de ingresos con otros períodos anteriores se ha visto atenuada por la subida de las cotizaciones: casi un euro más por kilo que el año pasado y dos más que durante los cuatro precedentes. Benefició a la pesca de altura, ante el desabastecimiento de capturas de la flota de bajura.