Geni Fernández dio el paso de casarse cuando su pareja se marchó a Canarias, tras muchos años de noviazgo

i. e. viveiro / la voz

A MARIÑA

16 feb 2014 . Actualizado a las 07:06 h.

Geni Fernández Sánchez, viveirense de 41 años de edad, es la más joven de este grupo de interlocutores y esta diferencia de edad se percibe perfectamente en el retrato que hace de su propia boda.

En su caso dice que había tenido un noviazgo largo y ella y su pareja no se decidieron a dar el paso de casarse hasta que el novio se fue a trabajar a Canarias. Cuenta Geni que «estaban a gusto cada un na súa casa», pero un día el que ahora es su marido la llamó por teléfono desde las islas y le pidió matrimonio y ella accedió.

Y celebraron la ceremonia en la Iglesia de San Francisco (Viveiro), ella con vestido de novia en color beige y luego el banquete con los invitados en O Val do Naseiro. Recuerda que en el día de la boda pasó «moitos nervios», recordando a la gente, lo que puede faltar... Lo típico.

Su luna de miel consistió en un viaje por Santander, que hicieron en su propio coche: «ó noso rumbo, ben». Después del matrimonio la pareja aún siguió separada un tiempo, hasta que finalmente se reunieron.

Ante la pregunta de ¿cuál fue el día más significativo de su vida?, Geni no duda un minuto para contestar: «Foi cando tiven a miña nena».

Y sobre el Día de San Valentín se pronuncia con la misma rotundidad: «Eso de San valentín pasou á historia, é un día normal. Se non te acordas da túa parexa máis que ese día....».