Luis Laria, el presidente del Cepesma, no se rinde y seguirá adelante con la idea de reabrir cuanto antes el Museo del Calamar Gigante de Luarca. A la devastación provocada por los últimos temporales se suman ahora los vándalos que este fin de semana provocaron graves daños en la parte de la colección que no había sido destrozada por el envite de las olas. La Policía Científica de Luarca inició ayer una investigación para encontrar a los autores de los destrozos, pintadas en varias paredes y el robo de diversos objetos del museo, entre ellos una televisión de grandes dimensiones.
El Cepesma bloqueó el acceso a la parte superior del edificio con una valla metálica, cerrada con un candado y una cadena, pero los vándalos consiguieron llegar a la parte superior rompiéndola y usando el acceso de emergencia. Con varios extintores, golpearon urnas de cristal y paredes, realizaron pintadas e incluso se cebaron con especies disecadas y tentáculos de varios calamares gigantes.
Uno de los daños más graves lo sufrió un marrajo de unos 100 kilos, que estaba dentro de una urna de cristal llena de líquido de conservación, que se vertió cuando rompieron el cristal. El Cepesma da la pieza por perdida. De la tercera planta se llevaron una televisión de 50 pulgadas y un reproductor de DVD
Laria opina que los actos vandálicos podrían haber sido obra de dos grupos diferentes. «Son unos pocos nada más, los cuento con los dedos de mis manos. Gente que no quiere que Luarca avance», explicó ayer. Esta ha sido la tercera vez que el museo sufre un asalto de estas características.