Dice que las expropiaciones se han llevado a cabo con el máximo rigor y seriedad y que el proyecto contribuirá a la prosperidad de A Mariña
30 ene 2014 . Actualizado a las 07:00 h.Por primera vez desde que se comenzó a tramitar el proyecto del gasoducto, Gas Natural-Fenosa salió ayer al paso de la polémica suscitada. Lo hizo tras divulgar la Plataforma de Afectados polo Trazado un comunicado en el que insta a impedir que entren en sus propiedades para iniciar las obras y, en caso de no poder hacerlo, a denunciarlo en la Guardia Civil. Desde Gas Natural se matizó que no tienen interés en entrar en debates ni en replicar al colectivo, y que su única intención es informar y aclarar algunas cuestiones. Y una de las cosas en las que incide es que el proceso de expropiación y la tramitación de la ocupación de fincas, frente a lo denunciado por la plataforma de supuestas irregularidades, se ha llevado a cabo «con el máximo rigor y seriedad, tal y como se viene haciendo en todo tipo de infraestructuras de la compañía, tanto en Galicia como en el resto de España».
También aclara Gas Natural-Fenosa que el proceso de ocupación de fincas ya se ha iniciado, «aunque hay que destacar que para muchos de los propietarios la ocupación será temporal, de apenas unas semanas, y en algún caso no se producirá hasta dentro de unos meses, en función de cómo vaya avanzando el proyecto».
Proyecto de país
«El gasoducto de A Mariña es un proyecto de interés público, un proyecto de país, que contribuirá al crecimiento económico e industrial de la comarca de A Mariña Lucense y de Galicia», sostiene Gas Natural-Fenosa.
La ocupación de fincas, pues, ya se ha iniciado, pero el proyecto sigue en los tribunales por el contencioso que presentó el Ayuntamiento de Barreiros en el Tribunal Superior de Justicia de Madrid, en nombre de la plataforma de afectados, en el que solicita que se modifique el trazado en Barreiros y Ribadeo, y en tanto se dirime la cuestión se paralicen las obras en ambos municipios. La demanda la defiende el abogado Raúl Bocanera, que ya representó a los vecinos de Otur (Navia), cuando solicitaron y lograron parar las obras de la autovía del Cantábrico, obligando finalmente al Ministerio de Fomento a cambiar el trazado, lo que supuso retrasar varios años las obras.