Pasear por el Mercado Medieval de Mondoñedo, una gozada

Inmaculada Eiroá González
INMA EIROÁ MONDOÑEDO / LA VOZ

A MARIÑA

Mariñanos y turistas visitan la ciudad para disfrutar la experiencia

11 ago 2013 . Actualizado a las 07:03 h.

Durante todo el día la gente iba entrando ayer a Mondoñedo. Por la Avenida de As San Lucas, desde la Alameda, por la Avenida Bos Aires, por Os Muiños... Era un ir y venir sin cesar, deteniéndose en los puestos, observando a los artesanos, elevando la mirada hacia los zancudos. Aquí unos músicos, allá unos malabares, el cetrero soltando sus aves, los soldados con sus espadas, las cazuelas, el olor del pan y los dulces, las llamativas telas.

El Mercado Medieval viste de colores a la noble y monumental ciudad y le pone un constante soniquete de voces, las de los mindonienses que se echan a la calle este fin de semana, vestidos con las mejores galas de las princesas y condes o con las humildes sayas de las campesinas o los atractivos blusones de las mesoneras. Voces sumadas a las de los turistas que repiten cada año su visita o se acercan por primera vez. Contrastan con sus sandalias y bermudas deportivas, con su mochila a la espalda y su pasmo ante la torreznada sabrosa que regalan en el mesón do Mariscal, regada con vino y cerveza fresquita. El humo sube desde la plaza, por delante de las galerías. Es un gustazo pasearse por Mondoñedo y, si acaso, sentarse un rato junto a Don Álvaro Cunqueiro, para descansar y observar.