Notifican el despido a los 31 trabajadores de la fábrica de IPV de A Pontenova
A MARIÑA
Los administradores concursales de la fábrica de IPV de A Pontenova notificaron ayer por la mañana a los representantes de los trabajadores que el Juzgado de lo Social de Lugo ha aceptado su propuesta de extinguir los contratos, es decir, de despedir a los 31 trabajadores de la fábrica. Con ello, el proceso de liquidación proseguirá el día 21 con la subasta de los bienes de la fábrica, ya sin los empleados. En la resolución de los contratos, según explicó ayer Emilio Pantín (delegado sindical de Comisiones Obreras), a los trabajadores se les aplicará lo que marca la ley; 20 días de indemnización por año trabajado, hasta un máximo de una anualidad. Hoy se celebrará una asamblea en la fábrica de A Pontenova para informar a los empleados.
Pantín explicó que estaban la espera de ver qué paso daban los administradores en la aplicación del plan de liquidación. Se confirmó que recibieron una oferta de compra de IPV que respetaba uno de los requisitos que se estableció en el plan, mantener a todos los trabajadores en plantilla, pero que no alcanzaba la cantidad económica que se solicitaba para hacer frente a las diferentes deudas. Por ello, fue rechazada.
«O segundo paso foi botar aos traballadores para baleirar á empresa e sacala a subasta o día 21 no Xulgado do Social de Lugo. Por iso nos chamaron hoxe -por ayer-, para cumprir o mandato do xulgado e abrir un período de consultas. Os administradores nos comunicaron que van a iniciar o procedemento de despido porque non houbo posibilidade de vender IPV cumprindo cos requisitos do plan de liquidación. É un despido colectivo. Nós dixemos que estamos en desacordo, porque aínda que sabemos que o futuro da fábrica é moi complicado, había unha oferta para manter aos traballadores e iso é o verdadeiramente importante, non os cartos que se puideran ingresar para facer fronte á débeda», comentó Pantín.
Al haber desacuerdo, ahora deberá pronunciarse Inspección de Trabajo y después el Juzgado de lo Social tendrá la última palabra. La convicción es que decretará el despido colectivo. «E a partir de aí a ver se hai sorte e na subasta do día 21, o que fixo a oferta de compra intenta adquirir de novo IPV. Quizais lle fagan falta traballadores e poidamos recuperar o emprego», manifestó Pantín. Pero el pesimismo es generalizado.