El pasado mes de junio en pleno el BNG de Viveiro instaba al pleno a tomar el acuerdo de demandar al Gobierno que la Iglesia católica pagara el Impuesto de Bienes Inmuebles, y que mientras negociara el Concello una compensación por lo que el portavoz Bernardo Fraga, calificaba de «burato» en las arcas municipales de casi 25.000 euros que dejaba de ingresar por sus bienes. No prosperó, e incluso el alcalde, el socialista Melchor Roel, ironizó con el asunto con un «no pretenderá que vaya a pedirle al obispo un adelanto».
Siete meses después el asunto se reaviva, y el BNG no descarta «repensar» la posibilidad de plantear de nuevo la moción. Se basan en la sentencia del Juzgado de lo Contencioso Administrativo número 2 de Ourense que da luz verde al cobro del IBI a la Iglesia por el Concello de Allariz, al parecer inapelable. Sin embargo no todo es tan claro como parece, porque otra sentencia, del Contencioso número 1 de Ourense, falló en contra de la reclamación similar del Concello de Amoedo.
Así, toca esperar «e ver qué ocurre» manifestó por su parte Orlando González, alcalde de Mondoñedo, la ciudad que tras las grandes urbes gallegas posee mayor número de bienes eclesiásticos registrados.
«Quero deixar claro que nós temos unha boa relación coa Igrexa, pero penso que tén que pagar igoal que os demáis. É de xustiza. Non é unha cuestión de cartos senón de igualdade», señaló el regidor mindoniense. González recordó un litigio de hace unos años cuando el Concello tuvo que devolver unos 1.200 euros que cobró a la Diócesis por una licencia de obra.
Unos 83 son los bienes urbanos que la Diócesis tiene en Mondoñedo, con un valor catastral total de 24.401.386, y que suponen el 23% sobre el total del municipio. Además posee 60 parcelas que suman una superficie total de 350.903 metros cuadrados, con un valor catastral total de 24.284,34 euros.
En Viveiro, la Iglesia tiene un total de 126 propiedades que incluyen «leiras, reitorais, pisos, igrexas, casas, cemiterios, solos sin edificar...», que suman 202.330 metros cuadrados. De ellos 72 son bienes de naturaleza urbana (61.100 metros cuadrados) que reportarían al Concello 24.700 euros. De rústica, la Iglesia católica posee en Viveiro 54 propiedades con una superficie total de 141.230 metros cuadrados que supondrían para el Concello ingresar 730 euros de IBI.
«A Igrexa debería pagar impostos por aqueles bens que non están adicados a fins sociais como calquer outro veciño», señaló Fraga desde Viveiro, que además instó al alcalde «a recapacitar sobre a súa postura».