Sus ganas fueron insuficientespara puntuar frente a un Caja Segovia más vertical, rocoso y fresco
13 ene 2013 . Actualizado a las 07:00 h.Ayer en el Vista Alegre se vivió un nuevo episodio del calvario que está sufriendo el Burela-Pescados Rubén en la Primera División. Con Cesinha y Silva en la grada aburridos de esperar por unos transfers que nunca llegan, el conjunto burelista sucumbió al buen hacer del Caja Segovia, pletórico en la primera mitad, más contemplativo en la segunda y justo vencedor de un partido en el que el entusiasmo fue la mejor arma que esgrimieron los naranjas.
Los segovianos se movieron como flechas en los 20 primeros minutos. Cada pérdida del Burela se convertía en una clara ocasión en la portería de Edu, el mejor de su equipo ayer, pero impotente en los dos tantos que convirtieron los visitantes antes del descanso. El primero llegó como consecuencia de un rechace que no llegó a alcanzar Dani Martín y el segundo, en una acción individual de Antoñito. Control perfecto, buen recorte y disparo raso. Este mismo jugador ya había avisado a los 4 minutos con un disparo al poste, la primera de las incontables llegadas con peligro de un Caja Segovia que se fue a los vestuarios maldiciendo su poco acierto ante Edu.
El primer susto serio en el área de Jesús Herrero llegaría en el ecuador del primer tiempo, con el intento de Dani Martín por marcar de espuela. Christian e Iago Míguez probaron fortuna en sendos disparos antes de que André se vistiera la camiseta de portero-jugador y Enrique Cánovas malgastara una buena ocasión sobre la bocina.
El partido se igualó en la segunda mitad. El Burela-Pescados Rubén subió la intensidad en la presión y neutralizó el dominio visitante. Iago Míguez y Dani Martín gozaron de las oportunidades más claras para recortar la desventaja antes del golazo de Christian ?espectacular volea con su pierna derecha?, y Mimi rozó el empate ya al final actuando de falso portero, mientras que el Caja Segovia estrelló el balón en el poste hasta en cuatro ocasiones y obligó a Edu a lucirse al menos un par de veces.