La primera semana de septiembre se recordará como la que obligó a los buena parte de los concellos mariñanos a cerrar las playas por la presencia masiva de medusas. Una temperatura elevada en el agua, que constataban los propios bañistas ayer, - «Ideal, está muy buena», explicaba un bañista en la playa de focense de Llas-, puede ser según los expertos, una de las razones por las que los arenales mariñanos registraron una presencia masiva de esta especie marina.
A lo largo de la jornada de ayer se fueron levantando las prohibiciones y retirando las banderas rojas que instaban a los usuarios de las playas a mantenerse alejados del agua. En Ribadeo ocurría a última hora de la tarde, cuando comunicaban al personal del Grumir que retiraran las limitaciones en la playa de As Catedrais. «Por fin fóronse, pode haber algunha pero as praias están abertas desde pola mañá», señalaban desde Protección Civil de Foz. En Burela se abrieron a última hora de la noche del sábado, según señaló el responsable del servicio.
«Algunha medusa pode quedar pero decidimos quitar as bandeiras porque a xente non as respectaba», explicó Javier Fernández, Troski, desde Protección Civil de Barreiros. Lamentaba la irresponsabilidad de «algún adultos, non por eles, senón porque sorprendía ver algúns pais con nenos cativos na auga en medio das medusas».