El Concello destinará 90.000 euros al asilo de ancianos de Foz

Inmaculada Eiroá González
I. EIROÁ FOZ / LA VOZ

A MARIÑA

El responsable niega que fueran a cerrar la residencia y agradece al alcalde su interés

04 ago 2012 . Actualizado a las 07:01 h.

La residencia de ancianos de Foz, con 30 de sus 33 plazas ocupadas, no va a cerrar. Así lo aseguró ayer Antonio Rodríguez, el responsable del centro y miembro de Mensajeros de la Paz, colectivo que gestiona esta residencia. Señaló que del supuesto cierre que iba a hacerse el 30 de junio «non hai nada, nin pola cabeza se nos pasou» y que si bien es cierto que «a residencia produce un déficit considerable, iso non se resolve índonos senón buscando solución».

Y la solución llega de mano del Concello y de su alcalde, el popular Javier Jorge Castiñeira, a quien Rodríguez agradeció «el interés por los residentes» y el que hubiera hecho un esfuerzo para conseguir «unha pequena subvención» que se destinará «a proyectos dirigidos a amortiguar a situación..». Rodríguez confía que la aportación del Concello hará posible que las «cuentas cuadren».

El alcalde focense fue más explícito y señaló que, efectivamente, el Concello suscribió un convenio con la Consellería de Benestar por el cual les conceden una ayuda de 120.000 euros para impulsar actividades y actuaciones para los mayores en Foz y el 75% de esa subvención, 90.000 euros, se destinará a sufragar programas y necesidades de la residencia de ancianos de la localidad. La decisión de destinar esa cantidad al asilo la adoptó el grupo de gobierno, según explicó Castiñeira.

El regidor no detalló qué tipo de actuaciones se llevarán a cabo ni la manera de hacer efectiva la subvención, aunque explicó que Mensajeros tendrá que justificar las actuaciones que el Concello sufrague y que el centro tiene falta de camillas, medios de gimnasia, etcétera.

Según explicaron desde el asilo, el coste real de las plazas de esta residencia oscila entre los 800 y 1.200 euros (dependiendo de si los residentes son válidos o tienen mayor o menor grado de dependencia), pero ninguno de los internos cubre los gastos de cada plaza. En realidad, las dificultades económicas del asilo vienen de antiguo y periódicamente, bien con aportaciones y colaboración vecinal, del Concello y otras entidades, ha venido recibiendo apoyo para poder seguir funcionando.