Un rayo causa graves destrozos en una casa y un bar de Barreiros

ana f. cuba BARREIROS / LA VOZ

A MARIÑA

IRIA PENABAD

La tormenta dejó sin teléfono a varios vecinos de O Souto, en San Miguel

17 abr 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

Una tormenta eléctrica provocó graves destrozos en una vivienda y un bar de San Miguel de Reinante, destruyó el transformador de una urbanización situada junto a la iglesia de esta parroquia de Barreiros y dejó sin luz, teléfono y conexión a internet a varios vecinos del entorno de la plaza de O Souto, en la misma localidad. El estruendo, registrado pasadas las 20.30 horas del domingo, «hizo que a todo el mundo le pareciera que había caído un rayo en su casa», comenta una mujer de 62 años, residente en la zona, que jamás había oído algo de tal magnitud.

El intenso ruido, que algún testigo equiparó «ao estoupido dunha bomba», provenía del café-bar y restaurante El Último Cuplé, ubicado al pie de la carretera general. El impacto del rayo abrió dos boquetes, uno de 40 centímetros de diámetro, en el centro, y otro de 20, en una esquina de la fachada de la vivienda, justo encima del establecimiento hostelero. La descarga quemó los limitadores y «toda a instalación eléctrica da casa», explica José Luis Edrosa Monteavaro, arrendatario del negocio y la vivienda (conectados), partió en dos la antena de televisión (en el tejado), abrió grietas de hasta medio centímetro en las paredes del inmueble, levantó la terraza (encima de los baños) y destruyó los dos televisores del bar y los tres del piso. También dañó la caldera de la calefacción, el acumulador de agua caliente, una de las cámaras frigoríficas y otros aparatos.

El rayo dejó un rastro negro en paredes y techos -«un regueiro que foi deixando o lume», apunta el principal damnificado- por donde discurre el cableado interior. A la espera de la tasación oficial por parte de la compañía de seguros, el gerente de El Último Cuplé valora los daños del local y la vivienda en cerca de 50.000 euros.

Los bomberos de Barreiros se encargaron de extinguir el fuego declarado en el transformador, emplazado a unos 500 metros del establecimiento. En el resto de domicilios las consecuencias de la tormenta se limitaron a un breve corte del suministro eléctrico y a averías en la red telefónica y en las líneas ADSL.