Vega de Lleirá, una residencia geriátrica nueva en El Franco

daniel gayoso EL FRANCO / LA VOZ

A MARIÑA

El centro abrió sus puertas hace unas semanas en Arancedo

27 ene 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

Tras cinco años de trámites la residencia geriátrica privada Vega de Lleirá ya ofrece sus servicios en la localidad de Arancedo, en El Franco. Abre sus puertas ante la creciente demanda de plazas geriátricas en la comarca, ya que las residencias públicas de la zona tiene de una importante lista de espera.

Los primeros usuarios ya disfrutan desde finales de diciembre de las instalaciones, ubicadas en una zona muy privilegiada de El Franco, de gran belleza paisajística y con un alto grado de tranquilidad.

La psicóloga Amparo García apostó en su momento por desarrollar este proyecto en una finca de cerca de 5.000 metros cuadrados, un lugar idóneo para posibilitar el paseo de los usuarios y, además, garantizar su seguridad.

La residencia está atendida las 24 horas del día, aunque el horario de visitas es de nueve de la mañana a nueve de la noche, un horario que facilita las cosas a los familiares de los ancianos.

La residencia desarrolla diariamente un completo programa de actividades para estimular a los mayores, como la gimnasia, las manualidades o los ejercicios de memoria. Los usuarios pueden, de esta forma, permanecer el mayor tiempo posible ocupados, favoreciendo de esta forma tanto la actividad física como la mental, algo que los expertos consideran clave para que conserven durante mayor tiempo sus capacidades y como motor de prevención ante posibles enfermedades.

El edificio, a cinco minutos en coche desde la Caridad y visible desde prácticamente todo Arancedo, está dividido en tres plantas. En el sótano está ubicado el gimnasio, la lavandería, diferentes salones para actividades, un almacén, unas dependencias para los trabajadores de la residencia y la sala de calderas. En la planta baja encontramos la cocina, el salón de juegos y televisión, cuatro habitaciones dobles, el vestíbulo de entrada, el despacho de la dirección de la residencia y dos cuatros de baño. Ya en la primera planta, están las otras ocho habitaciones, todas ellas con dos camas y dotadas de cuarto de baño completo, grandes ventanales y televisión. En esa misma planta también nos encontramos con un comedor, la enfermería y un gran ventanal desde el que es posible divisar gran parte del pueblo, un lugar donde los ancianos comparten experiencias o aprovechan para jugar al dominó o al ajedrez. Hay una segunda planta que, de momento, se encuentra sin equipar y que será habilitada en una futura ampliación, aún sin fecha.