Desde el lunes 27 al miércoles 29, Feve ampliará parte del puente y el de Vieiro será el principal vial de circulación
24 jun 2011 . Actualizado a las 06:00 h.Desde las seis de la mañana del próximo lunes, 27, hasta las 24.00 del 29, se cerrará al tráfico uno de los principales accesos a Viveiro, el que discurre por la N-540 y une la ciudad con Lugo. Es el primero de los cortes totales necesarios para acometer la ampliación del puente de Feve en Verxeles y ha obligado a consensuar un plan especial de gestión del tráfico rodado que se aprobó definitivamente ayer, con la asistencia de representantes de Feve, Policía Local, Protección Civil, Guardia Civil y el destacamento de Tráfico, así como la jefatura provincial de Tráfico y el propio Concello.
El plan diseñado contempla un corte total para todos los vehículos cuyo peso máximo autorizado exceda de 3.500 kilos o que tengan más de tres metros de altura, desde el punto kilométrico 4,500 al 0,00 de la LU-540 en dirección a Viveiro. La restricción, según explicaron el alcalde, Melchor Roel, y el inspector principal de la Policía Local, Juan Manuel Escudero, se extiende también a la entrada a Viveiro desde la LUP-6610, desde la glorieta del Ecce Homo.
Transporte pesado
Así, la carretera de Galdo y Vieiro se convertirá durante los tres días en el principal vial de acceso y salida de la ciudad. Tráfico instalará paneles informativos de las limitaciones, especialmente dirigidas a camiones, en la autovía AG-64, en Vilalba; y en la entrada de la LU-540, en Cabreiros.
Se ha comunicado la situación a las empresas de transporte pesado, aunque los autobuses de viajeros podrán acceder acompañados de los agentes correspondientes.
Habrá paneles informativos también en los cruces que informarán del acceso a la ciudad por Galdo-Parraguesa- Vieiro, y desde la LU-540, Cuatro Caminos (Magazos-Rua Nova) hacia Galdo-Vieiro para el desvío provisional a Covas, Ferrol, Viveiro, Burela y Oviedo. El Camino Vello se mantendrá como vía de salida exclusivamente. Dos radares móviles controlarán el exceso de velocidad por encima de 50 kilómetros por hora.
Tanto Roel como Escudero reconocieron la incomodidad del corte, pero también los beneficios que reportará. «Después de 50 años de tapón, tres días difíciles merecerán la pena», dijo Roel, aunque la obra principal se hará en septiembre.