A lo largo de la investigación salieron a relucir algunos aspectos relacionados con el club de Golf de Lugo. Fueron llamadas a declarar algunas personas relacionadas de algún modo con esta entidad que tiene sus instalaciones en Fixós, en las afueras de la capital lucense.
Según algunas referencias, uno de los llamados a declarar fue el empleado de un empresario que estuvo encarcelado en el transcurso de la operación. Al parecer, este industrial frecuentaba las instalaciones y una noche supuestamente llamó por teléfono a su trabajador para que le echara un cable. La prueba que debía superar era conseguirle con urgencia dos botellas de Dom Pérignon. Se trata de un champán francés, muy valorado por su calidad.
El empleado parece que cumplió el encargo y que no le resultó difícil porque ya le dieron órdenes de que fuera a buscarlo a un determinado establecimiento de hostelería de la capital.
Fiestas de policías
Los investigadores también obtuvieron referencias de que algún agente del Cuerpo Nacional de Policía pudo haber organizado fiestas en su casa. Incluso no descartan de que en uno de esos eventos fuera para celebrar un cumpleaños de García Adán. A estas fiestas no solo acudirían agentes sino que, además, participarían algunas empleadas del club Queens de O Ceao.