El monfortino que acuchilló a su anciano tío después de que el piso de éste se hubiera incendiado, reconoció los hechos ante el tribunal de la Audiencia Provincial de Lugo que lo juzgó ayer por un presunto delito de homicidio en grado de tentativa. La situación en la que se encuentra el imputado, M.L.R., motivó que las acusaciones estimen que no debe ser ingresado en un centro penitenciario, sino que tiene que recibir asistencia médica.
El suceso ocurrió en la madrugada del 24 de marzo de 2007 en un piso de la calle Francisco Moure de Monforte. Sobre esa hora ardió el segundo piso en el que se encontraba una pareja de ancianos, tíos del acusado. El fuego fue provocado, sin embargo nunca llegó a determinase su autoría.
Los ancianos pudieron ser evacuados del lugar y trasladados al primer piso, donde reside el acusado y su hermano. Fue precisamente éste el que evacuó a sus tíos.
El fiscal sostuvo que el imputado, aprovechando los momentos de confusión y con la intención de ocasionar la muerte a su tío, se acercó a él y con un cuchillo de cocina le produjo un corte en el cuello. Sin embargo, le fue arrebatada el arma al acusado que, en el momento de los hechos, padecía un trastorno de ideas delirantes.
Ayer, en el juicio, M.L.M., reconoció los hechos, pero advirtió que no era consciente de nada de lo que hacía. La víctima, por su parte, dijo que, tras sacarlo del piso incendiado, lo sentaron en una silla y, en un momento dado, llegó su sobrino y lo atacó con un cuchillo. «Sempre lle quixen moito», dijo la víctima quien advirtió que desde el día de los hechos tenía problemas para dormir. «Nunca lle fixen mal ningún», destacó.
Los forenses destacaron que el anciano tuvo que ser hospitalizado por la inhalación de humo; aclararon que el corte que le produjo su sobrino con el cuchillo no había sido muy profundo y que no requeriría hospitalización. Destacaron, eso sí, que si la herida llegara a ser profunda hubiera podido ocasionarle la muerte a la víctima.