«El precio que nos pagan hoy por la madera es denigrante»

M. a. lestegás LA VOZ

A MARIÑA

López pide a los políticos que corrijan esta problemática

22 ene 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

El ourolense Francisco López Pardo (Ourol, 1929), presidente de la Asociación de Produtores de Madeira de Ourol (Promaourol), un colectivo nacido en el año 2006 que integra a unos 60 madereros y que forma parte de la Asociación de Produtores de Madeira de Galicia (Promagal), lamenta la caída del precio de la madera en los últimos años.

?Está muy descontento con el dinero que les pagan los compradores por su madera.

?Sí, el precio que nos pagan hoy por la madera es denigrante. En los años 1998 y 2000 la tonelada de pasta de papel valía unos 250 euros y se pagaba la misma cantidad de troncos de eucalipto a 61 euros, pelada y puesta en carretera. Ahora que la tonelada de pasta de papel sobrepasa los 600 euros, tienen la desfachatez estos señores que forman monopolios de pagarnos el producto por la mitad de lo de antes. Es doloroso y vergonzoso que cuatro señores y los que colaboran con ellos nos usurpen la mitad de lo que vendemos y producimos.

?¿Qué consecuencias trae la caída de los precios?

?Pues provoca que el monte no sea rentable y que mucha gente abandone el medio rural para irse a las ciudades y pueblos a buscar sueldos más apetitosos. Nadie se va a sacrificar en cuidar y renovar unos montes que no dan para pagar los salarios de los años necesarios para que produzcan madera.

?¿Qué medidas se pueden tomar para corregir esta situación?

?El problema estaría resuelto si tuviésemos una administración, ya fuera central o autonómica, que determinase el porcentaje que le corresponde recibir al productor y a los intermediarios, así como lo que debe pagar el comprador. La otra opción, más difícil, es ponernos todos los productores de acuerdo y no vender ni un palo mientras no se pague el precio justo.

?¿Ahora mismo, quién les compra a ustedes la madera?

?Tenemos la suerte de que a través del puerto de Celeiro le enviamos la madera a un comprador portugués para Marruecos. Él paga bastante bien, pero me gustaría dirigirme al presidente de ENCE para suplicarle que vuelva a negociar con nosotros unas tarifas justas.