No queremos decir que haya que echarle mucho cuento a la vida, aunque en ocasiones parezca necesario. La expresión es literal literal porque el pasado fin de semana hubo un auténtico bum de representaciones teatrales, de norte a sur de A Mariña, de este a oeste, con por lo menos una decena de citas en la comarca. Una de ellas tuvo lugar en la Casa da Cultura de A Pontenova, salón que abarrotó el público para disfrutar de la obra Ruidos en casa que ofreció el grupo teatral de San Tirso de Abres y que unos días antes habían ofrecido en su tierra natal a sus paisanos. Lo dicho, el teatro encanta y en otoño se disfruta, si cabe, más.
Caminar en plena naturaleza es otro placer para los sentidos y cobra más carácter (espiritual o el que necesitemos en ese momento, de estar con uno mismo, por ejemplo) si se hace por una de las antiguas rutas jacobeas del Camiño de Santiago, camino que ya han pisado los pies de muchos mariñanos, por iniciativa particular o colectiva. Es el caso de la asociación burelense de senderismo Pasada das Cabras que completó otra etapa, aunque la final será realmente en Fisterra. Desde Negreira recorrieron el tramo que comprende hasta la aldea de Lago, en la comarca del Xallas. Un grupo de medio centenar de peregrinos, muy animados, eso sí, como nos cuenta Francisco Rodríguez Salgueiro, pudieron disfrutar del entorno.
Va ahora la historia y es verdad que tanto el Día de Difuntos como el Día de Todos los Santos son dos de los más seguidos por la comunidad cristiana en A Mariña. Esas jornadas claves están ya a la vuelta de la esquina, con otras complementarias y de diferente índole que se asocian a Difuntos. Hablamos del Samaín, del que cada vez oímos hablar más que de Halloween, y es que hay conexión entre ambas pero la primera es propia de los pueblos celtas. De hecho, si echamos la vista atrás, en aldeas gallegas se conservaba la tradición de taller las calabazas por estas fechas, que se acompañaba de otras como la de dejar un hueco en la mesa o raciones de comida para los difuntos o hacer collares con las castañas de la estación.
Además de la actividad que ligada al Samaín están preparando ya en los centros escolares, en ciertos concellos mariñanos se organizan fiestas para que los niños disfruten de ese día. Así, en Ribadeo el próximo lunes a las cinco y media de la tarde, en el parque San Francisco, se invita a los menores llevar una calabaza, un utensilio para cortarla y limpiarla y una vela para encenderla. A partir de las ocho se expondrán por las calles y bajo los árboles del parque.
En Cervo, el Concello celebrará también el próximo lunes, primero de noviembre, su segundo Samaín. Será en la Casa do Mar de San Cibrao y allí habrá taller de disfraces de cuatro a cinco para niños menores de seis años, otro de decoración de calabazas de cinco a seis para los de 6 a 9 años y otro de cocina de dulces típicos con calabaza de seis a siete, para los de 9 a 12 años. Finalmente se celebrará el baile de los esqueletos, en el que niños y niñas podrán seguir disfrutando de la jornada sin perder el ritmo. La cita es gratuita.