La presentación de un proyecto de aprovechamiento hidroeléctrico en un tramo del río Eo que recorre el municipio de Ribeira de Piquín, cuyo estudio de impacto ambiental está sometido en estos momentos a información pública, ha levantado inquietud y preocupación en concellos ribereños del cauce ante la posibilidad de que se resienta la actividad pesquera del cauce.
El proyecto afectaría a casi unos nueve kilómetros de río, entre la desembocadura del Rodil en el Eo y un punto inferior situado más abajo de Chao de Pousadoiro, capital del municipio. Aunque el proceso está en su fase inicial, los colectivos de pescadores de la zona ya se han posicionad+o abiertamente en contra del proyecto. En ese sentido se expresó ayer el presidente del Centro de Iniciativas Turísticas (CIT) de A Pontenova, Francisco Javier Rois, que además habló en nombre de Rodeo, sociedad de pesca con sede en el municipio en el que se construirían las instalaciones relacionadas con el aprovechamiento hidráulico.
Rois no dudó en asegurar que la construcción de la central sería «unha salvaxada», y anunció además las primeras medidas que se tomarían en señal de rechazo al proyecto. Los pescadores aprovecharán la celebración de la Festa da Troita en A Pontenova, que tiene lugar el próximo 1 de mayo, para recoger firmas que luego, previsiblemente, se enviarán a la Confederación Hidrográfica del Cantábrico.
Perjuicio tras beneficio
Rois manifestó que la construcción de la central, si finalmente se llevase a cabo, podría generar actividad económica durante el tiempo que durasen las obras, aunque dejaría a la zona sin uno de los principales alicientes que tiene, dado que la pesca fluvial suele animar a numerosos forasteros a desplazarse a Ribeira de Piquín.