«Indignación» en Celeiro por otro robo en un barco amarrado a puerto

A MARIÑA

29 oct 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

«Molestos e indignados» se declaran los integrantes del sector pesquero de Celeiro tras el último robo en un barco amarrado a puerto. Ocurrió durante la noche pasada, cuando una o varias personas aún sin identificar accedieron al interior del Ecce Homo , revolvieron camarotes y otras estancias y se llevaron refrescos de cola, unos chorizos grandes y un jamón. Uno de los armadores estimó en unos doscientos el valor de los víveres sustraídos.

Por tercera vez en el último mes, la Confraría de Pescadores Santiago Apóstolo y la sociedad de Armadores Puerto de Celeiro, en nombre de «armadores y marineros», denuncian públicamente un «acto vandálico». Volvió a ocurrir en el muelle norte, donde amarra la flota. El Ecce Homo , un palangrero que faena en los caladeros de Gran Sol, está cumpliendo ahora el paro biológico obligatorio. Como el lunes volverá a hacerse a la mar, armadores y algunos tripulantes lo preparan para una nueva marea.

Anteayer al anochecer dejaron el barco cerrado, con una de las escotillas de la nevera entreabierta, para ventilar. Por ahí se colaron el o los autores del robo. Una vez en el interior, recorrieron todas las estancias accesibles, revolviendo como si buscasen algo concreto. No eran ni los televisores, ni los aparatos de deuvedé ni los ordenadores que había a bordo, porque no se los llevaron. Víveres fue lo único que echaron en falta los propietarios y tripulantes que descubrieron ayer por la mañana lo ocurrido. Un responsable de la empresa armadora cree que podrían estar interesados en las bebidas y el tabaco que los tripulantes compran, libre de impuestos, para consumir en cada periodo de navegación. No es la primera vez que el Ecce Homo sufre un robo. En otra ocasión le rompieron los candados y, tras revolver diferentes estancias interiores, se llevaron tabaco que guardaba un marinero para consumo propio.

«Actuando impunemente»

El sector pesquero celeirense no oculta su «inquietud y preocupación por algo que parece no tener fin, pues los amigos de lo ajeno siguen actuando impunemente». En la memoria de armadores y marineros aún permanecen dos robos en otros tantos barcos, ocurridos a finales de septiembre, cuando «los ladrones actuaron con total impunidad, hasta el punto de que se recrearon tomando tranquilamente unas cervezas, sin temor alguno a ser vistos», lamentaban entonces las organizaciones marineras de Celeiro.

Ahora vuelven a dejar constancia pública del «creciente malestar e indignación, pues se observa con impotencia como se siguen produciendo robos» en el puerto de Celeiro, donde consideran «inconcebible que se registren actos vandálicos con más frecuencia de lo normal».