Josefa Alonso se ha llevado uno de los peores sustos de su vida. Esta anciana, de 83 años y residente en Figueras (Castropol), fue agredida por dos enmascarados cuando se disponía a entrar en su casa, donde vive sola. Tras introducirla en la vivienda y atarla a una cama, los ladrones iniciaron la búsqueda de dinero por todo el inmueble, haciéndose solamente con 70 euros que llevaba la víctima en la cartera.
Los hechos conocidos ayer sucedieron durante la tarde del pasado martes, antes de las seis. Josefa Alonso, viuda desde hace años y con problemas auditivos, regresaba a su vivienda tras realizar unas compras. El inmueble donde reside, en el que viven otras dos personas, está situado muy cerca del puerto de Figueras, casi a la entrada de Astilleros Gondán. Entró en el portal y comenzó a subir las escaleras hasta llegar a su piso, situado en la segunda planta. «Estaba abriendo la puerta cuando del piso de arriba salió un enmascarado, le dio una patada y me metió dentro. Me arrastró por todos los sitios y me puso perdida», asegura esta vecina asturiana. Los atracadores, un hombre y una mujer, mostraron desde un primer momento una violencia inusitada para este tipo de robos, llegando al extremo de maniatar a esta anciana de pies y manos. «Me arrastraron por toda la casa, me ataron a los pies de una cama y se dedicaron a registrar toda mi casa. Tiraron todo lo que había encima de las mesas» relata Josefa. Esta anciana no identificó en ningún momento a sus agresores porque llevaban máscaras para ocultar su identidad, aunque confirma que uno de ellos era una mujer.
Tras una intensa búsqueda en el interior del piso y al no localizar grandes cantidades de dinero, los ladrones se llevaron 70 euros que había dentro de una cartera. «Siempre le avisábamos de que no tuviera cantidades importantes de dinero en casa, por eso solamente pudieron llevarse lo que había dentro de su cartera», comenta María del Carmen Cangas, cuñada de la víctima.
Pidió ayuda desde el balcón
Josefa consiguió deshacerse de las ataduras que la unían a la cama y asomarse al balcón del piso, desde donde pidió ayuda. «Un chico entró por la ventana y rompió la cerradura, porque los ladrones la dejaron encerrada en casa y se llevaron las llaves. Cuando llegamos la encontramos sangrando en la habitación», asegura la cuñada.
No es la primera vez que esta vecina de Figueras sufre un robo en su vivienda. Este año ya vivió otros dos. Le sustrajeron cerca de 1.000 euros, aunque ella no se encontraba en el interior de la vivienda durante la visita de los ladrones. Tras este nuevo suceso, Josefa ya no reside en el inmueble y se ha trasladado a vivir a la casa de unos familiares. La Guardia Civil detuvo ayer por la tarde a una pareja de Figueras, que pudieron ser los autores de los autores del robo.