El pasado fin de semana en A Mariña dejó bastantes imágenes del día. En la comarca se empezó a notar la influencia del verano a nivel lúdico y cultural, porque climatológicamente no es para echar flores, la verdad, y me acabo de enterar de que se nos viene otra borrasca encima. Menos mal que la jornada del domingo nos dejó abierta por la tarde la opción playera.
El «anticiclón» festivo del fin de semana ofreció al personal actividades para todos los gustos, como la gran cita con la historia que fue el Mercado Medieval de Alfoz, celebrado ante el monumento de la torre-fortaleza Pardo de Cela. Hasta el propio mariscal se dejó ver por esos lares y no estamos hablando, para nada, de prácticas de espiritismo.
La llamada de la gastronomía siempre recibe respuesta popular, como nos demostró el sábado pasado la Festa da Merluza do Pincho celebrada en Celeiro y donde las colas para degustarla eran kilométricas. En Barreiros, por poner el ejemplo de otro rincón mariñano, el BNG celebró su Festa da Patria en A Espiñeira en la que ofreció una suculenta bonitada, también con tintes reivindicativos porque sirvió para reclamar que el ayuntamiento arregle ese entorno. Allí se llevaron un bocado de bonito el diputado autonómico Bieito Lobeira y el responsable del BNG comarcal Antonio Veiga.
El día del Carmen, el pasado 16, marcó la agenda cultural del fin de semana con las celebraciones de Foz, San Cibrao, Ribadeo, el barrio de A Pescadería en Viveiro y la parroquia focense de San Martiño de Mondoñedo. Las sardiñadas fueron el complemento ideal.
Decía Groucho aquello de «¡Más madera!» y nosotros pedimos «¡Más música!» porque dejamos ya atrás el Festival Folc de Covas y el Arreaocabo de Celeiro, ambas citas musicales viveirenses, y la Foliada da Mariña en Xove, evento donde primó la danza y música tradicionales. Pero más y mejor está por venir, como las romerías que vienen del Monte Castelo y Sargadelos o el Resurrection Fest.