La Reserva de la Biosfera Oscos, Eo y Terras de Burón ha vuelto a dar un nuevo paso en su lenta andadura. Los 14 concejos que la componen, 7 asturianos y 7 gallegos, acordaron la pasada semana constituir la primera junta directiva que se encargará, principalmente, de poner en marcha un programa de desarrollo y de conseguir fondos económicos para su financiación.
Asturias ostentará la presidencia de esta junta directiva durante los dos próximos años, siendo el alcalde de Castropol, José Ángel Pérez, el presidente. El vicepresidente es el alcalde de A Fonsagrada, el cargo de secretario lo ocupa el regidor de Trabada y el de Taramundi se encargará de la tesorería. Los alcaldes de Ribadeo y San Tirso de Abres ocuparán el puesto de vocales dentro de la junta. Se trata una junta directiva formada por los 14 ayuntamientos, nada tiene que ver con el futuro órgano gestor que establecerán ambas regiones y que será el que verdaderamente represente la reserva.
Este nuevo organigrama, según dijo ayer el regidor de Castropol, fue elegido por unanimidad y sin sorteo. «Había seis puestos y los dividimos entre Galicia y Asturias. La única candidatura para la presidencia era la de Castropol y así fue», dijo ayer José Ángel Pérez.
Lo primero que ha hecho el nuevo presidente es pedir más agilidad a las administraciones para que la reserva se ponga a andar lo más rápidamente posible. «Las inversiones llegan muy lentas. Sabemos que el desarrollo de la reserva es muy compleja porque por el medio está el Senado y, además, Galicia está teniendo un cambio en su gobierno, pero necesitamos inversiones de manera inmediata para que esto no se quede en nada y podamos avanzar», destacó ayer el regidor de Castropol y presidente de la junta directiva de la reserva.
Asturias también gestionará durante estos dos años las cuentas de esta junta directiva. Será el alcalde de Taramundi, el socialista Eduardo Lastra, el que se encargue de conseguir y administrar los fondos económicos necesarios para la financiación de los proyecto de la reserva. De momento, los ayuntamientos no han recibido las cuantías económicas anunciadas a bombo y platillo por el Gobierno central y los autonómicos de Asturias y Galicia. Se concretó un millón de euros para la reserva, que financiarían Principado, Xunta de Galicia y Ministerio de Medio Ambiente. De este dinero, los concellos gallegos no han visto ni un solo euro, mientras que los siete consistorios asturianos sí han recibido 18 mil euros cada uno para poner en marcha un plan de señalización turística, un dinero que ya han gastado. Los regidores nada saben del resto de dinero. Además, el gobierno regional asturiano dio a conocer hace varios meses que desarrollará un programa piloto este año en la zona que incluye cursos formativos para fomentar el empleo aprovechando los atractivos naturales de la zona gracias a una ayuda de 600.000 euros que aportaría la Fundación Biodiversidad, pero de esta cuantía tampoco se sabe nada.
Paciencia
Lo único cierto es que desde el pasado 18 de septiembre del 2007, cuando la Unesco aprobó la declaración de Reserva de la Biosfera Oscos, Eo y Terras de Burón, poco se ha avanzado. Hace menos de dos meses, el consejero de Medio Ambiente asturiano, Francisco González Buendía, pidió paciencia ante la imposibilidad de acelerar estos trámites, necesarios para que el Senado pueda ratificar la reserva.