La conversación mantenida ayer desde esta redacción con el padre Ángel, presidente de Mensajeros de la Paz, no ha servido para despejar si la oenegé seguirá al frente o no del asilo de Foz ni tampoco lo que va a ocurrir con las doce empleadas que trabajan en el centro.
Según el máximo responsable de Mensajeros, el 28, día en que en principio visitará el asilo, se sabrá si la oenegé abandonan o no el centro. Señaló que eso depende de la fundación del asilo, que debe de decidir si está o no dispuesta a realizar las actuaciones necesarias para adaptar el ediificio a lo que marca la Xunta. El Padre Ángel explicó que tienen dos problemas fundamentales, el de las condiciones del inmueble, muy antiguo y que no cumple las condiciones, y otra de viabilidad económica: «Una residencia tiene un cuadro de ingresos y gastos; si los gastos superan a los ingresos podrá aguantar un año o dos, pero hay que tomar soluciones para que estos se equilibren», señaló, explicando que son los dueños, la fundación, la que debe de decir si va a poner remedio.
Sobre la situación del personal tampoco aclaró nada, limitándose a indicar que agradecen mucho a los trabajadores su dedicación y su empeño para que Mensajeros siga al frente del asilo; señalando que desde Mensajeros se hará «lo que marque la legalidad», aunque. indicó, la prioridad es atender a los mayores, que son lo más importante. En todo caso, las dudas no se despejarán hasta la semana próxima.