La polémica no abandona a la ministra de Fomento, Magdalena Álvarez. Ayer, lo que se preveía como un acto de relumbrón para ella, con la apertura de un nuevo tramo de autovía del Cantábrico en Cudillero, se vio empañado por varias protestas vecinales. Entre ellas, las de un grupo de ribadenses, en representación de la veintena a quienes Fomento adeuda tres millones de euros por la expropiación de fincas para ejecutar el tramo de autovía Ribadeo-Reinante. Su manifestación fue frustrada por la intervención de la Guardia Civil. Además, se vivieron momentos de tensión, con vecinos de Cudillero y el propio alcalde.
El lugar elegido fue el kilómetro 136 de la N-632, en Novellana. Desde primera hora de la mañana comenzaron a llegar a el lugar efectivos de la Guardia Civil y muchos vecinos deseosos de conocer a la ministra de Fomento. Entre ellos, una decena de ribadenses con el propósito de manifestarse.
No les fue nada fácil acercase a Magdalena Álvarez. Los problemas se iniciaron poco antes del mediodía, cuando esperaban su llegada para cortar la cinta de inauguración del tramo Novellana-Ballota. La Guardia Civil les pidió a tres de ellos la documentación y comunicaron a la centralita el lema de la pancarta que portaban, que era Fomento, moroso, paga o que é noso .
La situación continuó tranquila hasta la llegada del alcalde de Cudillero, el socialista Francisco González. Con semblante amenazante descendió de su vehículo y se encaminó hacia el grupo de manifestantes ribadenses. «Yo entiendo que tengáis que defender lo vuestro, pero hoy es un día muy importante para Cudillero. La ministra ha hecho mucho por este pueblo, y queremos que este día sea de fiesta», les dijo.
La conversación empezó siendo educada hasta la llegada de diversos miembros de la comitiva del regidor pixueto, que comenzaron a ponerse nerviosos y a discutir con algunos de los manifestantes.
Los ribadenses también fueron imprecados por el dueño de la gasolinera en donde se encontraban, que les mandó salir de su propiedad.
Finalmente acordaron con la Guardia Civil colocarse en un montículo paralelo, siempre y cuando no recibieran órdenes de que desalojasen. Allá se dirigieron pero al poco regresó el teniente de la Guardia Civil con otros agentes y les mandó abandonar la zona: «Bajamos y la ministra ni nos vio. Entonces alguien los dijo que iba a Cudillero y tras hablarlo, porque había quien dudaba si ir por los problemas que habíamos tenido, decidimos ir», señaló Antonio Rego, portavoz de los vecinos.
En Cudillero Magdalena Álvarez firmó dos convenios. El grupo de manifestantes ribadenses, junto a otros de la mina Camocha y de Correos, la esperaban a su llegada al consistorio.
Cuando iba a salir la comitiva oficial decidió cambiar de itinerario y esquivar las críticas: «Entonces yo dejé la pancarta y fui hacia ella corriendo para entregarle una carta. Me metí en medio de los periodistas y le dije: señora ministra soy de Ribadeo, ¿cuándo nos va a pagar las expropiaciones? Ella se quedó cortada y dijo, pronto, pronto. Yo le respondí que ya habían pasado varios años, cuando intervino el alcalde de Cudillero diciéndome que estaba estropeando el acto. Le respondí que lo que queríamos era cobrar, pero llegaron los agentes de la Guardia Civil y me invitaron a irme», señaló Antonio Rego.
Mítines del PSOE
Los ribadenses expresaron ayer su malestar por el hecho de que Magdalena Álvarez no les dedicase cinco minutos de su tiempo: «Pero seguiremos protestando hasta que nos atienda. En todas las inauguraciones que haya hasta las elecciones y en los mítines del PSOE», concluyó.