Burela y Ribadeo concentran después del verano los mayores «botellones»

S. Fernández / S. C.

A MARIÑA

07 oct 2007 . Actualizado a las 02:00 h.

Burela y Ribadeo son las localidades mariñanas que concentran después del verano el mayor número de botellones los fines de semana de movida, que acarrean quejas y protestas vecinales a los ayuntamientos y quebraderos de cabeza tanto a los vecinos directamente afectados como a los gestores políticos.

Tras el verano los participantes en los botellones disminuyen sensiblemente en Viveiro y Foz, también San Cibrao.

Carreras de coches

En Ribadeo los sábados de madrugada se reúnen mariñanos y asturianos en la movida. Zonas como Os Bloques, el puente de Los Santos, el mirador sobre el puerto deportivo, la Atalaia, son algunas donde se concentran los botellones.

La zona nueva durante la primera hora de la noche y la zona vieja, ya avanzada la madrugada, son los dos puntos de la movida ribadense, multitudinaria.

El regidor ribadense reconoce que llegan quejas de los vecinos afectados por los ruidos especialmente. El paseo marítimo ribadense es uno de los escenarios de carreras de coches en las madrugadas; el concello está tomando medidas con bandas rugosas ahora en esta zona.

Acabar con esto, «imposible»

Desde el concello reconocen que acabar con el botellón es difícil, prácticamente imposible, muchos menos «á brava».

El Gobierno municipal de Burela a puesto en marcha un plan que frenar la situación. «Dende o Concello imos ofertar os rapaces alternativas de ocio cultural. Actividades atractivas e divertidas para eles que consigan afastalos do botellón», aseguró el alcalde Burelense, Alfredo LLano.

La práctica del botellón ha mutado en los últimos tiempos en Burela. Las protestas vecinales han conseguido alejar a los jóvenes de las zonas urbanizadas de la villa y éstos se han trasladado su lugar de reunión ha las zona próximas a los institutos. «Temos información de que os rapaces beben o redor dos institutos», aseguró el regidor. El Concello señaló a este periódico que pretende reforzar la presencia policial en estos lugares para poner freno al problema del botellón. Además pretende sancionar con dureza a los establecimientos que vendan alcohol a los menores.