El astillero de la ría ribadense da trabajo a unas doscientas personas El director de la firma opina que el futuro está condicionado al dragado del estuario
05 feb 2007 . Actualizado a las 06:00 h.?l año 2006 fue bueno para Astilleros Gondán, con una carga de trabajo óptima. Las previsiones apuntan a que los dos próximos años la situación no variará demasiado. En estos últimos meses entregó dos remolcadores a Noruega y un patrullero a Kenia, y está finalizando el barco más grande construido en este astillero de la ría ribadense, con su sede principal en Figueras y complementarias en Ribadeo. Se trata de un buque de apoyo a plataformas petrolíferas que se entregará en mayo a un armador noruego. El director de Gondán, Álvaro Platero, destaca que el astillero tiene garantizada carga de trabajo para los próximos dos años, para hacer un barco gemelo al que ahora se concluye, dos remolcadores encargados por un armador italiano y un barco-escuela con destino a Indonesia, en el que se enseñará a pescar a habitantes de este país y al tiempo realizará labores de disuasión a los furtivos. Platero se muestra optimista sobre el futuro, aunque puntualizando que el negocio de los astilleros es cíclico: «Tenemos momentos de puntas de trabajo y otros períodos de valle. Ahora todos los astilleros se están encontrando con mucho trabajo, en buena medida por la influencia que está ejerciendo la economía de China». El principal problema de Gondán sigue siendo la falta de calado en la ría y el incremento de los tesones. «Necesitamos urgentemente un dragado profundo y amplio de la ría. Es una reclamación que venimos haciendo desde hace años. El futuro del astillero depende de ello», señala Álvaro Platero. El Principado ha encargado una draga que trabajará en el Eo y en la ría de Navia, donde se encuentra astilleros Armón. Platero comenta que constantemente solicitan ayuda al Principado y al Gobierno central para solucionar esta situación: «Pero siempre nos encontramos con problemas burocráticos o económicos. Gondán invierte constantemente mucho dinero en mantener el canal abierto, pero eso no impide que el tesón siga creciendo. En los últimos años, treinta metros. Como no se drague la ría, en seis o siete años no podremos construir los barcos que hacemos ahora».