Veintiocho familias de Celeiro urgen la reparación de sus viviendas sociales

La Voz A.F.C. | VIVEIRO

A MARIÑA

XAIME F. RAMALLAL

Los vecinos confiesan su indignación e impotencia ante la actitud pasiva de Vivenda Desde la entrega, en 1998, soportan las goteras, pinturas y suelos levantados o ventanas podridas

11 jun 2005 . Actualizado a las 07:00 h.

La mayoría de las veintiocho familias que habitan en los pisos de protección oficial de Lavandeiras, en Celeiro, llevan siete años padeciendo las deficiencias de los dos edificios. Los desperfectos que, en muchos casos, ya advirtieron cuando recibieron las viviendas, se han ido agravando. Hasta el punto de que, cuando llueve, en algunas habitaciones de las plantas altas emplean cubos para recoger el agua. El deterioro del tejado (con goteras en varios puntos, losas desprendidas, chimeneas sin cobertura) constituye uno de los problemas más acuciantes. Y es que un nuevo invierno en estas condiciones empeorará aún más las cosas. Paredes ennegrecidas, con la pintura resquebrajada o a punto de desprenderse, ventanas podridas por la humedad, techos manchados... Son una pequeña muestra de las deficiencias. De todo esto sabe el Instituto General de Vivenda e Solo, pues los vecinos le han transmitido en reiteradas ocasiones el problema, con abundante documentación gráfica. De hecho, según corroboran varios testimonios, técnicos de este departamento de la Xunta de Galicia, han visitado muchas veces las casas. En algún caso incluso han fotografiado y grabado en vídeo los daños. Las repetidas quejas vecinales han servido para bien poco, constatan los damnificados. A raíz de la denuncia formulada en los medios de comunicación a principios de abril del 2004, Vivenda efectuó algunas reparaciones, sobre todo en suelos y paredes (reposición de plaquetas o azulejos, en algún caso de un tono distinto al existente, y pintura). También sustituyó ventanas (alguna quedó torcida) o repuso losas. Pero, reprueban los afectados, los problemas de fondo persisten. El tejado y las paredes superiores siguen filtrando agua, las goteras subsisten o van a más y la grieta de los garajes continúa agrandándose. Indignados e impotentes ante el estado de sus casas, los vecinos opinan que Vivenda demora la reparación de los desperfectos de manera deliberada. «Creemos que están haciendo tiempo hasta que se cumplan doce años y ya no sirva la garantía. Vienen, hacen un lavado de cara, y después nada de nada», critican.