«Vi al Papa débil de salud, pero con la inteligencia muy despierta»

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A MARIÑA

Entrevista | José Gea Escolano «SIEMPRE CASINA» El obispo de Mondoñedo-Ferrol regresó hace poco de su visita quinquenal a Roma sin poder entrevistarse con el Papa, debido a su estado de salud. «Fue una pena», lamenta

11 mar 2005 . Actualizado a las 06:00 h.

?onseñor Gea Escolano es, seguramente, uno de los obispos más controvertidos. Sus opiniones casi siempre suscitan la polémica. Él lo atribuye al carácter y al estilo de cada uno. Pero el fondo, asevera, «por poca fidelidad que tenga uno a la Iglesia», es el mismo: el dogma y la moral como ejes fundamentales. -¿Cómo ha sido su experiencia en Roma? -Todos los obispos del mundo hemos de visitar al Papa cada cinco años y a las distintas congregaciones. Nosotros exponemos la realidad tal y como la vemos en nuestra diócesis, los problemas, lo que vamos haciendo. Y ellos, desde una visión más universal, establecen un diálogo con cada una de las congregaciones. Al final viene la visita al Papa, un cuarto de hora con cada obispo. Antes comíamos con él y nos daba una especie de mensaje. Este año se ha dado solamente un mensaje al primer turno de obispos. Nosotros formábamos el segundo turno y ya no pudimos llegar a estar con el Papa personalmente, por su estado de salud. Primero recibió a los catalanes y cuando faltaban dos, al siguiente día, y dos de Galicia, avisaron que lo habían internado y que lo operaban. Y nos quedamos sin verle. Ya nos dijeron que cuando se repusiese nos avisarían, dentro de unos meses, para poder ir allí. La visita ad limine es la visita al Santo Padre. Fue una pena porque ya estábamos allí. -¿Qué impresión ha tenido acerca de su salud? -Yo lo vi débil, pero lo vi con una voluntad fuerte. Allí mismo, estando todavía en el Gemelli (el hospital) llamó a algunos cardenales, que le trajesen una serie de asuntos para discutirlos con él. No puede hablar pero sí escribir. La impresión que sacaron los obispos es que tiene la inteligencia muy despierta, a medida que le iban comentando el estado de sus diócesis, él iba interviniendo con preguntas sobre la pastoral familiar, la matrimonial... Un hombre que estaba muy pendiente de lo que se le decía, la inteligencia la tiene muy despejada. -¿Cuáles son los problemas de esta diócesis? -Muchos. El fundamental son las vocaciones, y también cierto laicismo fuerte que hay en el ambiente, la pastoral matrimonial, la juventud... Problemas que estamos viendo y que nos quitan un poco de sueño. Muchas veces tenemos la sensación de que estamos ofreciendo una cosa que no le interesa a nadie. No hay reacción fuerte por parte de los fieles y parece que hay un clima difícil de superar, que es esta vida al margen de Dios y de los valores religiosos, sobre todo de cara a la juventud. No es que ellos sean los culpables, ni mucho menos, sino el ambiente que están viviendo. -¿Quién es el responsable, la Iglesia, la sociedad... ? -Yo creo que todos. Es aquello de que 'entre todos la mataron y ella sola se murió'. Es un ambiente, hoy día, en una sociedad de consumo, que busca la diversión y que tiene tantas facilidades... La única solución es el encuentro con Jesús, centrar nuestra vida en él, que nosotros no seamos el centro de nuestra vida sino Jesús. -Es conocida su posición crítica con el matrimonio homesexual, el aborto, la eutanasia... ¿Qué cambiará con el nuevo presidente de la Conferencia Episcopal Española, Ricardo Blázquez, un hombre considerado moderado y conciliador, por contraposición a lo que representaba Rouco Varela? -Cada uno tenemos nuestro carácter y nuestro estilo, pero lo que sí es cierto y hay que tenerlo en cuenta, es que los obispos no es como hacen los políticos, de ceder un poco por aquí y un poco por allá y llegamos a un acuerdo. No, la Iglesia no puede ceder, esté de presidente Blázquez o Rouco, no puede ceder en lo que es fundamental, que es su dogma y su moral. Eso hay que mantenerlo siempre por poca fidelidad que uno quiera tener a la Iglesia, los obispos y los cristianos. Lo que pasa es que se ha establecido quizá un criterio de vivir una religión a la carta. Eso no es la religión cristiana. Por tanto, sea Rouco, Blázquez, yo o cualquier otro, una cosa es lo que decimos y otra la manera de decirlo, pero lo que decimos es siempre lo mismo... Que si he sido crítico con los homosexuales, el aborto, la eutanasia... Eso es lo que enseña la Iglesia y de ahí no podemos salir.