Burela ya piensa en la costera después de una fiesta marítima entre lluvia y niebla

?trás quedan ya las Festas de Burela 2003. Ayer transcurrieron las últimas 24 horas de esta cita tradicional e intensa que, como en anteriores ediciones, volvió a congregar a multitud de público, especialmente en el pasado fin de semana, en el que el concierto de Celtas Cortos, la confección de la alfombra floral y la celebración de la especial procesión marítima captaron la atención de lugareños y del resto de A Mariña. En la actuación del grupo vallisoletano destacó la presencia de jóvenes. En su visita a Burela, el famoso conjunto enseñó varias veces la bandera de Nunca Máis. La alfombra floral, el sábado, contó con una participación notable de gente. Este año se dedicó al arte. La procesión marítima, anteayer, se renovó como acto de devoción a la Reina de los Mares y en ella se tuvo muy presente al marinero caboverdiano que desapareció hace días en las Azores. La última jornada, ayer, discurrió tranquila y más relajada que las previas. El día, además, no fue sólo festivo para los bureleses sino también para los trabajadores de Alúmina Aluminio. Los actos religiosos y la música pusieron la nota en este broche final. A mediodía, conservando la costumbre, tuvo lugar la procesión contraria a la del sábado, es decir, de subida de las imágenes de la Virxe do Carme y de San Xoán Bautista, desde el puerto hasta la iglesia donde se celebró, más tarde, una misa cantada por la coral y en honor al patrón de Burela. Por la tarde, a la hora del postre, charangas y las gaitas ambientaron calles. De noche, el papel musical vino de las orquestas. Burela, que hoy recuperará el ritmo normal, despidió sus fietas a las tres de la madrugada con una gran traca. Pese a que el programa general llegó a su fin, hasta el próximo día 14 se mantendrá abierta aún la expocisión Cabo Verde en Galicia.

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