Navia recupera a su mejor poeta

La Voz

A MARIÑA

ANA BALSEIRO

El Ayuntamiento abrió oficialmente los actos del centenario de la muerte de su hijo más ilustre Conservador en política y revolucionario en poesía. De este modo definieron en Navia al hijo más ilustre del concejo, Ramón de Campoamor, en el centenario de su muerte. El presidente de la Real Academia Española de la Lengua, Víctor de la Concha, y la presidenta del Congreso, Luisa Fernanda Rudi, fueron los encargados de glosar la figura del insigne literato y político local. Con los actos de ayer quedó inaugurado el «Año campoamoriano», con el que Navia trata de recuperar la figura de Campoamor.

02 mar 2001 . Actualizado a las 06:00 h.

ANA BALSEIRO NAVIA Pese a que la lluvia caía a mares sobre Navia en la mañana de ayer, pocos fueron los vecinos que resistieron la curiosidad de ver al nutrido grupo de personalidades de la política y la cultura de todo el país que se reunieron en el Casino de la localidad, en un acto que supuso el pistoletazo de salida para el programa de actividades que integrarán en Navia el Año de Campoamor. Con algo de retraso sobre el horario previsto, el alcalde naviego, Manuel Bedia, recibió en las escalinatas del Casino a las autoridades que iban llegando: desde profesores de la Universidad de Oviedo hasta la delegada del Gobierno, la directora general de Cultura del Principado, varios cargos del PP asturiano o alcaldes. La última en llegar fue la presidenta del Congreso, Luisa Fernanda Rudi, que se desplazó desde Madrid especialmente para la ocasión. Ante un auditorio repleto, el alcalde abrió la ronda de intervenciones en torno a la figura del insigne Ramón de Campoamor, cuya presentación corrió a cargo de José María Martínez Cachero, catedrático emérito de la Universidad de Oviedo y presidente del comité científico que organiza los actos del Año campoamoriano. Víctor García de la Concha, presidente de la Real Academia Española de la Lengua, tomó el testigo de Cachero y realizó un exhaustivo análisis del por qué durante tantos años la figura literaria de Campoamor no fue debidamente reconocida e incluso denostada. La presidenta del Congreso glosó el perfil político del naviego, a quien definió como «un moderado que en cincuenta años de actividad política no conoció enemigos personales».