Soleá Morente: «Busqué el amor que no te hace sufrir y lo encontré en el infinito y eterno de mis padres»

AL SOL

Soléa Morente en una imagen promocional
Soléa Morente en una imagen promocional Rebeca Ibáñez

Actuará mañana viernes 27 en el Facela Fest de Lugo y en septiembre regresará al Festival de la Luz, donde actuará el sábado 11

26 ago 2021 . Actualizado a las 15:52 h.

El 4 de marzo del 2020 Soleá Morente cantaba en la sala Garufa Club de A Coruña presentando las canciones de lo que iba a ser su nuevo disco Lo que te falta. Entre el toque retro-pop del repertorio anterior y el rumbero del nuevo, se generó en la sala un agradable ambiente de fiesta. Contagió al centenar de personas que acudieron. Palmas, bailes, una cerveza. Y a gozar. Ni la artista ni el público sabían entonces que esa liberadora sensación de disfrutar de la música en directo -en una sala, sin distancias y sin mascarillas- tenía los días contados. Aquel recuerdo hoy se ve como extraño y lejano. «Es verdad. ¿Quién iba a saber ahí que nos esperaría luego algo tan duro? Después de aquel concierto me dio tiempo solo a hacer otro en Madrid. El 13 salió el disco y el 15 ya nos encerraron», comenta la artista. Ahora tiene dos directos a la vista en Galicia. Mañana viernes actúa en el Facela Fest de Lugo. El 11 de septiembre estará en el Festival de la Luz.

-Pese a todo, no se detuvo y compuso otro disco que saldrá en breve. ¿Había que continuar?

-Surgió de manera natural. En el encierro leí y escuché mucha música. Todo eso, sumado a mi vida, me llevó a escribir unas canciones. Cuando pude salir de casa me fui a buscar a Manuel Cabezalí, que ha sido el productor del disco, para decirle que quería musicar las canciones, las cuales están basadas en la historia de amor de mis padres.

-De ahí el título: «Enrique y Aurora».

-Sí, son los nombres de mis padres. Estuve escuchando mucho un disco de Sufjan Stevens, Carrie and Lowell. Me inspiró totalmente porque lo ponía continuamente. Para dormir, para relajarme, para inspirarme. Es una de esas obras que te atrapan e influyen. Al final, salió una cosa diferente, pero la principal inspiración fue el amor de mis padres y el encontrarme con esa obra.

-El «single» de adelanto «Iba a decírtelo» es radicalmente diferente a lo anterior: ambiental, atmosférico e íntimo.

-Sí, en cada disco expreso el yo del momento que estoy creando. Y es verdad que el disco anterior era muy de rumba. Con sonido de rabia y fuerza, de transmitir lo que es la música en directo y con las voces sin editar. Sin embargo, este disco nuevo no tiene nada que ver. Es una expresión de otro yo mío que no conocía.

-Viendo la foto de su madre en la portada, lo que cuenta de la temática y el ambiente casi onírico, todo apunta a obra grande, de esas que marcan un punto de inflexión en un artista. ¿Es así?

-No te equivocas para nada. Es el primer disco que he compuesto yo sola. Hasta ahora lo hacía con otros compañeros y compañeras. Ahora, ha llegado el momento. Entre otras cosas, porque no podía salir de casa [risas]. Una de las cosas positivas que tuvo el confinamiento es que, cuando tuve que encontrarme conmigo misma, me obligué a componer sola. Hay una parte muy importante de mí aquí y es un disco mucho más experimental que los anteriores.

-¿Existiría sin pandemia?

-No. Estas canciones las escribí en mi habitación tras un disco que era un alegato a la impotencia y la rabia que se produce en un desamor. Luego, llegó un encuentro conmigo misma, que creo que es algo que hemos tenido muchos en estos momentos tan difíciles. Eso me llevó al la búsqueda del amor que no te hace sufrir, sino todo lo contrario. Y ese es el amor que he visto en mis padres, eterno e infinito. Me refugié en esa verdad. Esto es un encuentro conmigo mismo a solas.

-¿Hay alguna canción de verano que le entusiasme especialmente?

-Sí, El bello verano de Family es una de mis canciones favoritas. Siempre que llega el verano me acuerdo de esa canción, que también escucho en invierno, porque es una llamada al verano cuando estás con el frío. Es una maravilla. Bueno, todo el disco Un soplo en el corazón es una obra brillante. Lo he escuchando mucho este verano.